7. Tragos y cigarros

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Se sentía realmente nerviosa, Bárbara era de su estatura pero parecía más alta por su ego. Le pidió que la acompañara a sus camerinos. Al lado derecho del escenario se encontraba una puerta que conducía a los camerinos de las chicas. "Dos camerinos son de nosotras" murmuró mientras señalaba las puertas. Entraron a uno, y en el interior se encontraban dos chicas arreglándose.

- Ya volví –dijo para luego sentarse en un sofá rojo.

- Gracias –dijo una castaña después de que la otra chica terminó de plancharle el pelo- ¿Ella es la chica? –dijo cuándo giró la silla.

- Si... chicas ella es Marah... -dijo tomando un espejo de la mesa y viendo si sus pestañas postizas seguían en su lugar.

- Soy Samantha –dijo la chica de pelo castaño.

- Me llamo Vanessa –contestó la otra de cabello obscuro.

Las dos chicas lucían el mismo vestuario de Bárbara. "¿Harás la prueba?" dijo una de ellas. "Si" respondió nerviosa sin saber qué hacer.

- Sam, Vane... arréglenla, si a hacer el ridículo frente a la gente que al menos vista bien.

- ¿Frente a todos? –miró a Bárbara.

- Claro, la prueba es que te acepte el público –sacó una paleta de su bolsillo y después de quitarle el plástico la metió en su boca- Entonces chicas –las miró.

- Claro Barbie –dijeron ambas.

Hunter aparcó el automóvil a una cuadra de la discoteca. Había ido a recoger unos suministros que le pidió el señor John. Los dejo en la parte de atrás del local, personal de la discoteca le ayudaron a meter las cosas por la cocina. Hunter caminó por el lugar hasta llegar a la parte de enfrente, ya algunas mesas se encontraban ocupadas, y otros apenas iban entrando. Miró a su alrededor buscándola. "Creo que me hizo caso, no vino" sonrió.

- ¿Ya casi? –dijo Marah con los ojos cerrados, sintiendo como pasaban la brocha sobre sus parpados.

- Ya casi –contesto Sam- ¿Cómo vas Vane?

- Ya terminé de ondular su cabello –sonrió.

La música sonaba a una cuadra de la discoteca, Hunter estaba en el escenario tocando sus mejores mezclas. Bárbara se encontraba cerca de él observando todo. Confiaba en que no terminaría esto en desastre. Miró su pequeño reloj de muñeca, ya casi era la hora. Hunter bajo del escenario con una reluciente sonrisa. Al bajar observó a Bárbara, y se acercó a ella.

- No te había visto

- Te pierdes cuando eres Dj –murmuró ella sonriendo con los brazos cruzados.

- La música es mi vida –dijo él.

- También para mí –se quedaron viendo unos instantes- ¿Podrías poner esta canción cuando te diga? –dijo entregándole una memoria USB.

- ¿Qué bailaran ahora?

- Mostraré a mi nueva pieza de arte –dijo ella orgullosa.

- ¿Ya conseguiste a alguien que llene tus expectativas?

- Así es, es casi tan buena como yo

- Eso habrá que verlo –dijo él.

Diez minutos después, Marah repasaba las indicaciones de Bárbara en su mente. No perder el estilo de ellas, en otras palabras, bailar sin perder el glamour y la sensualidad. "Tienes que hacer que el público se excite al verte". Se había visto varias veces en el espejo, pensando que era otra persona, sus ojos bien pintados, un labial rosa pastel, ropa realmente pegada y corta, compuesta por un short igual que las demás y una blusa de holanes con los colores, azul, amarillo y rosa.

Mala FamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora