Él

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El chico de los ojos marrones, me mira así
casi sin querer, de reojo, por el rabillo y sonríe.

El muchacho de las cejas en forma de arco, las mueve así
una a una, o a la vez, disimulando.

El chavo de los labios coquetos, los desliza así
queriendo decir, revelar y se silencia.

El niño del corazón de caramelo centro líquido, lo siente así,
tratando de negar el latir, ese bombeo intermitente y ríe.

El hombre de las notas musicales, las toca así para mí
formando un sentir, de a pocos, para amar y sonríe.

Quinceaños de vida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora