Quinceaños de vida

Miradas y Moradas

Te miro a veces dormido, a veces despierto, a veces perdido en ese letargo tuyo que parece inagotable, o a veces tan vivo como un cachorro que a descubierto como jugar tan incansable.

Te miraba antes con más suspicacias que ahora, me preguntaba que pretendías con esa insistencia tuya de estar en mi vida loca.

Te miraba mientras tú ni cuenta te dabas que lo hacía, descubriendo aquellas cosas que hasta ahora tu desconocías.

Te miraba y miraba a través vez de ti, la simpleza con la que resuelves tu vida, creo que te complique un poquito, no más tantito...

Te miraba y miró con admiración, antes de que tú lograrás verlo, y empezarás a confiar en ti mismo.

Te miraba, te sentía, te escuchaba, te olía, te pensaba y muchos verbos mas... Antes, ahora y por el resto de la vida que quieras compartir conmigo.

Te miraba y te miro, te observaba y te observo, físicamente no lo voy a negar, eres hermoso, y aunque tu no te la creas , lo eres más a través de mis ojos, si estos ojos con gafas.

Te miro muy orgullosa de ti, de lo que has logrado hacer, de lo que has aprendido, de lo que has crecido, y también muy espectante de aquello que aún te falta por lograr, aprender y crecer.

Te miro cuando caminamos tomados de la mano o cuando me abrazas, o cuando tienes el humor de los diez mil perros y pretendes morder con la mirada.

Te miro cuando sonríes y te vez feliz, y también te veo cuando tratas de esconder tus miedos y tus monstruos detrás aveces de tu tan mal disimulada neutralidad.

Te miro y te miraré cuando viajamos y viajemos, porque ahora te has convertido en mi compañero de viaje, de vida...

Te miraba, te miro y te miraré... Y sabes que, cuando mis ojos no te puedan ver, mis otros sentidos lo harán... Eres parte de mi familia, parte de mi hogar, eres la morada en la que me quiero quedar ...