Juntos

555 35 0
                                    

Cuando Tony le propuso a Peter vivir con él en la torre realmente no pensó que eso le traería muchas consecuencias, una de ellas era que ahora no había un solo minuto de silencio, pues Peter se encargaba de llenarlo con sus parloteos, otra de ellas era que tenía que andar con cuidado si no quería una tienda de campaña en sus pantalones dificil de ocultar.

Cada vez el volteaba se encontraba a Peter ya sea sin camiseta, o una camiseta ajustada que no dejaba nada a la imaginación sobre sus músculos bien marcados, no exageradamente claro que no, Peter tenía un cuerpo de ensueño perfecto para el.
O simplemente el muchacho se encontraba de espaldas y sus ojos por mero instinto se iban directo a ese trasero acolchonado y sumamente bien formado del muchacho.

Otra era que Peter le encantaban los abrazos, ya sea que lo tomara desprevenido y lo abarazara de frente o por la espalda, en esta última el dejaba un pequeño beso en su cuello y luego simplemente se iba soltando una risilla inocentona.

Y así podía seguir y seguir esa lista, desde que Peter acepto vivir con el.

Su vida había dado un cambio radical, ya no se quedaba solo en el taller a altas horas de la noche trabajando en proyectos y comiendo solo comida chatarra.
Ahora había un muchacho con un hambre voraz y bastante vivaz que podía ayudarlo en lo que sea que el tuviera en mente para trabajar.

Pero si le preguntarán a Tony si alguna vez se arrepentiria de haber echo esa pregunta a Peter diría que en lo absoluto, era la mejor decisión de su maldita vida y ahora que ya llevan 1 año viviendo juntos 2 de relación formal, que para hacerlo formal casi huye del país, realmente la tía May era de cuidado, pero solo el hecho de que ya no tendría que no esconderse para ver a su mocoso valía la pena.

Y 1 año teniendo una relación a escondidas, eso hacia un total de 4 años, 4 años que su vida era de lo mejor gracias a cierto Underoos.

Pensó que tal vez era el momento de dar el siguiente paso mientras acariciaba una pequeña cajita de terciopelo que se encontraba en la bolsa de su pantalón.

–¿Tony? – pregunto Peter al aire mientras trataba de enfocar su vista en la oscuridad, pues se encontraba en el techo de la torre.
Una vez que logró verlo se acercó a él y lo abrazó por la espalda, para finalmente ponerse al frente del millonario y mirarlo directamente a los ojos.

En ese preciso momento Tony lo supo, no había mejor momento que ese, ese mocoso lo miraba con amor infinito que el mismo creía ni merecer, pero haría hasta lo imposible por ser merecedor de aún que sea una pequeña parte de el. Ese preciso momento era el momento de hacer la pregunta más importante de su vida, y que con ella confirmaría que el hombre al que amaba estaría a su lado toda la eternidad.

Starker (one-shot's)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora