Alguien

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Estar en la mansión que alguna vez fue el hogar de los dos, entrar al taller y no escuchar como las herramientas chocan entre si, o simplemente ver un holograma de algún plano a media habitación, entrar a la mansión y que Viernes le diera el recado de que lo estaban esperando en algún lugar de la mansión, entrar a la cocina y solo tener que preparar un café, llegar a la habitación de ellos dos y ver la cama hecha, denotando que no hubo alguna persona en ella, o que simplemente se hubiera sentado para tratar de mantener la calma, ir a la otra habitación y solo ver a una personita durmiendo, pues ahora ya no podría contemplar el panorama de las personas que más amaba estando juntas, compartiendo miradas y risas.

La muerte de Tony había dejado un gran vacío en él.

Al inicio, Peter lloraba la perdida, no podía sentirlo mas a su lado, toda su vida había concluido con la muerte de Anthony.

Pero no, no podía dejarse caer en el abismo, había alguien que dependía de él, alguien que había compartido con Tony y con él los mejores logros de su vida, ya sean sus primeros pasos, la primera palabra, el primer cumpleaños, o los otros que le siguieron, cada pequeño logro era celebrado por Tony a lo grande.

Hasta que el decidió sacrificarse.

Peter antes pensaba que no había prueba de amor mas grande que un sacrificio, le llegaban millones de ejemplos a la mente, pero nunca pensó que llegaría odiar a Tony por esta misma decisión, y que los sacrificios se los podía pasar por el orto, los odiaba, aborrecía, le causaban nauseas.

Sin embargo siempre agradecería la segunda oportunidad que les dio el ingeniero, ellos realmente no habían pensado en adoptar, no por el momento claro, pero cuando Tony dio una cena para beneficencia de un orfanato, lo vieron, en una cuna, en la esquina, apartado de los demás niños pues su llanto asustaba a los demás, sus ojos azules y una pequeña pelusa de cabello castaño muy claro casi miel, mirando al mundo con una curiosidad innata de alguien que ansía aprender, comprender, y hacer muchas cosas.

Peter lo vio y se encariño de inmediato, para Tony no había duda, ese niño seria alguien grande en la vida, y se encargaría de darle los recursos necesarios, conocimiento, educación, fuentes de Investigación, pero además, cariño, humildad, amor, Porque el mismo había visto de primera mano, como las personas podían tener un cerebro superdotado pero que no habían tenido un mínimo cariño y habían acabado de una forma no muy agradable.

Así que esa misma mañana lo hablaron, y decidieron que ese bebe entraría en sus vidas.

No hubo mucho problema para adoptarlo, ellos cumplían con todos los requerimientos necesarios, excepto uno.

La casa tenia que estar adaptada par que el bebe no tuviera ningún percance.

Los encargados del orfanato les dijeron que con solo cubrir las esquinas de los muebles y no dejaran objetos peligrosos al alcance bastaría.

Pero no contaban con que Tony, literalmente volvería a construir la mansión para cubrir hasta el más mínimo riesgo.

Fue algo totalmente de locos, Peter y Tony se fueron a vivir de momento a la sede en lo que la mansión del millonario estuviera lista, algo increíblemente rápido tomando en cuenta que fue solo en semana y media, Peter jamás lograría comprender como fue que lo hicieron con tal rapidez.

Dos semanas después estaban reunidos los tres como familia en la mansión, claro que hubo momentos difíciles, los tres se tenían que acostumbrar a las manías del nuevo integrante y el pequeño, a ver esas caras todos los días, y que el no tenia idea de que llegaría a amar con locura.

Las primeras semanas fueron un caos total, para poder adaptarse al horario de sueño de un bebe.

Pasado el tiempo, ver que papillas le gustaban y que otras tantas acabarían en el techo de la cocina.

Cuando comenzó a gatear fue toda una osadía, estar tras el pequeño para evitar algún accidente, o que no se llegara a meter algo que no debiera a la boca.

Y así paso el tiempo, ellos eran felices en esa pequeña burbuja.

Hasta que llegó lo inevitable.

Dejaron el niño en un lugar seguro

Cada uno se despidió de la pequeña pulga como lo llamaba Tony, pues no se despegaba de él.

Lo llenaron de promesas para su regreso, como un nuevo juguete, un helado tal vez si su comportamiento era bueno, y dejarlo participar en alguno de los proyectos que tenían los mayores en el taller.

Pero no contaban con que Tony no volvería. No cumpliría cada una de las promesas que había hecho,

Cuando Peter salió un momento por un llamado, Tony abrazo a su hijo, le dio un beso en la coronilla y lo apretó fuerte contra su pecho, y le susurró
-Las mejores promesas, son aquellas que nunca se cumplen, te amo tres millones pequeña pulga, cuida de Peter, y se grande en esta vida.-

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Cuando Peter volvió tenía los ojos enrojecidos, los labios un poco maltratados, resultado de estarlos mordiendo, abrazo a su hijo y salió de esa habitación. Tratarían de seguir adelante.

Sin embargo, el pequeño movía su cabecita en busca de alguien que lamentablemente no volvería a ver.

Pero ellos tratarían de seguir adelante, Peter decidió no morir junto a Tony, aunque la idea le pasó por la mente varias veces, pues había alguien que dependía de él, alguien comenzando en su propio camino, que tomaría buenas y malas decisiones, pero que necesitaba de alguien que confiera en él, y que lo apoyara.

Naturalmente, llegaría el día en que Peter estaría a lado Tony, pero eso sería más adelante.

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Starker (one-shot's)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora