Una sonrisa llena de sangre

Capítulo XLII

— ¡Lo sabía! —Jin caminó hasta su escritorio golpeándolo con sus palmas— ¡Lo sabía! Ellos dos eran demasiado cercanos para solo conocerse un tiempo y ser amigos, sabía que algo ocurría entre ellos, eso quiere decir que Jungkook puede ser el asesino de Momo, ¡Es un plan perfecto si lo piensas!

—¿Qué? No, nada de eso, Jungkook no es un asesino, además no tiene motivos para matar a Momo.

—Pudo matarla por diferentes motivos, tal vez ella lo amenazó.

—¿Por qué lo amenazaría? Jin te estás volviendo loco, Jungkook no tiene nada que ver en este crimen, a pesar de que tal vez no sentía nada sentimental por la chica en términos de romance, eran buenos amigos así que no creo que haya sido capaz de tocarle un tan solo mechón de cabello a esa chica.

—Mamá, es que tú lo ves con ojos de madre, lo has ayudado tanto y lo quieres demasiado porque cumplió con todas las promesas que te hizo, te dijo que sería un gran doctor y lo es, te dijo que no te defraudaria ni te haría dudar de que desperdiciaste tu dinero en él, porque no lo hiciste, el chico es increíble pero hay muchas cosas extrañas que personas como tú no lo podrían ver porque lo amas.

—Es solo que no puedo imaginar a Jungkook haciéndole daño a otra persona, él siempre ha sido tan atento, amable, es simpático y cariñoso con todos.

—Lo sé, pero es un disfraz perfecto, mamá no quiero que te asustes o pienses que me estoy volviendo loco.

—Entonces deja de actuar como uno, mira... ¿Qué es esto? —Movió un par de papeles del escritorio mirando las dos fotografías que anteriormente Jin intentó ocultar.

—Han Jae y Jeon Jungkook.

—¿Este es el chico de Seul? Dios mío, ¿En qué te has convertido? Estás demasiado obsesionado que hasta imaginas cosas en donde no hay, Jin por favor, ¡Estás loco! —Tiró las fotografías de nuevo al escritorio.

—No estoy loco, ¡Esto es mi trabajo! Con esta locura que tú llamas, he podido solucionar casos que muchos creen que ya no tienen solución, por eso tu hijo llegó tan lejos, mamá, porque se arriesga a intentar conseguir hacer justicia en un mundo que no es justo.

La señora Shin quedó callada en esos momentos, miró en la oficina de su hijo los diferentes premios que había recibido o las fotografías con algunas familias que pudo ayudar siendo noticia en el periódico.

—Solo confía un poco mas en mí, soy tu verdadero hijo, tal vez Jungkook te ha demostrado ser perfecto pero hay algo que no te ha enseñado, ¿Sabes qué es?

Ella negó sin dejar de ver los ojos de su hijo.

—Un ser genuino como yo.

Jeon Jungkook.

Había sido una tortura para mí hablar con la madre de Momo, ella se veía terriblemente mal que incluso tuve que llamar a las enfermeras en aquella habitación del hospital para que trataran de calmarla, decía que había sido mi culpa y eso era malo para mí porque seguía acumulando personas en mi contra.

Salí de la habitación viendo a Jimin sentado en el pasillo, este al verme se puso de pie.

—Escuché los gritos, ella debe estar muy mal.

—Lo está... Siento que ya ni siquiera puedo llorar, me duelen los ojos y siento un fuerte dolor en mi pecho.

—Debes tranquilizarte sino podría ser peor para ti.

—Lo sé, es solo que jamás imaginé que así terminarían las cosas entre ella y yo, iba a proponerle matrimonio durante la graduación pero algo me detuvo, creo que ha sido la mejor decisión que he tomado.