Capítulo IV

12.4K 1.4K 788
                                    

Seúl, 03 de marzo del 2017, 9:00pm.

La policía de Seúl se encontraba todavía merodeando el barrio que los dejo sin habla aquel 31 de diciembre del 2009.

— Estoy harto, ¿Cuántas malditas veces tenemos que venir a ver este vecindario? Estoy cansado —Dijo uno de los policías.

—Para eso estoy yo amigo, si quieres puedes bajarme aquí, iré a investigar.

—Lo haces a diario, ¿Por qué demonios lo haces?

—Por que es mi trabajo, más que un empleo lo veo como algo increíble, me sentiría como un súper héroe si llegara a encontrar al maldito que hizo tanto daño.

—Nunca encontraron a la familia de ese hombre, ¿Por qué no ponen el caso como cerrado? Es obvio que ya sea la esposa celosa o sus hijos locos lo mataron.

—No sabes si realmente ella era celosa o que sus hijos estaban locos, además no se encontró nada de ellos, ¿Quién me asegura si no estaban en casa? Era 31 de diciembre, la gente viaja, y hay muchos ladrones creyendo que no se encuentra nadie en la casa.

—Pero mi pregunta siempre será ¿Qué se hizo esa familia? ¿Por qué nunca fue por el cuerpo de ese hombre? Murió de una manera terrible, no pudo pasar al siguiente año.

—Solo bajare un rato —Abrió la puerta.

Mi nombre es Kim Seokjin y he vigilado este caso por unos años, no he encontrado nuevas pistas pero simplemente no puedo decir que la familia lo mató sin tener las pruebas necesarias. Los vecinos me dijeron que ese día solo escucharon gritos del hombre pero de nadie más, no sabían si toda la familia estaba, se supone que no, que no los vieron pero tampoco puedo estar seguro de sus testimonios, la mayoría estaba ebrio ese día.

Abrí la vieja puerta de esa casa abandonada, nadie la quiso comprar, incluso aun se encontraban las cintas amarillas alrededor de la casa, quedaría abandonada por mucho mas tiempo pero la verdad es que me quedaba tiempo para seguir investigando. Escuchar ese rechinido daba mucho escalofrío, sentir el viento helado entrar por las ventanas rotas del lugar provocaban una sensación de nervios, caminé por el lugar escuchando la vieja madera cada vez que daba un paso, me acerqué a la escena del crimen, podía recordarlo como si hubiera sido ayer, ese hombre lleno de sangre por su pecho, su rostro aruñado incluso sin un diente, fue terrible ya que era un vecindario tranquilo.

—¿Dónde estarán? —Tomé una retratera con polvo, soplé viendo la foto familiar.

¿Habrán huido? ¿Ellos cometieron el crimen? ¿Por qué lo harían? Sinceramente no sabía que hacer. Subí las escaleras yendo a las habitaciones, al abrir la puerta del cuarto de la chica salían unos cuantos ratones, ¡Joder!

La primera vez que entré pensé que seria una típica habitación de una chica, con sus paredes pintadas de rosado o morado, posters de sus ídolos musicales y muchos adornos y peluches pero no fue así, era un cuarto aburrido, con algunas revistas extrañas de motocicletas y de restaurantes, un pequeño televisor y bastante ropa provocativa, era una chica tal vez no muy común a las acostumbradas, hablé con su novio ese día, él estaba devastado pero nunca supo decirme donde estaba ella, se notaba que no sabia y que decía la verdad, él se suicidó a los pocos días del incidente.

—Adolescentes raros —susurré.

Salí del cuarto hasta ir a la habitación de la pareja, siempre me pareció extraño que hubieran dos camas en esa habitación, tal vez mi compañero tenía razón y ellos no eran un matrimonio feliz y tal vez por eso ella lo mató. Pero no puedo decir nada hasta que esa mujer se confiese, lo que hace poco pude descubrir es que ellos no tenían nada de dinero en sus cuentas bancarias y la ultima vez había sido desde el 02 de diciembre y sus tarjetas habían comprado varios productos, entre ellos ropa y comida, me imagino que para las fiestas navideñas pero nunca hicieron algún viaje, es que todo es muy extraño.

Una sonrisa llena de sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora