Tumbado en una esquina oscura, Christoph “Doom” Schneider lloraba incontrolablemente; sus rodillas se alzaban a la altura de su rostro, tanto así, que lo cubrían casi del todo. Unos rizos castaños humedecidos por lágrimas le contorneaban la cabeza, dándole volumen. Parecía un niño, claro que no lo era; hacía tiempo que dejó de serlo y sin embargo estaba ahí, tirado y llorando, igual a todas las noches en que su padrastro lo había ultrajado.
Doom volvía de la escuela sólo para toparse con la imagen de su madre lamentándose y bañada en sangre, entonces él corría y la abrazaba. ¿Qué más podía hacer? Realmente nada, el pequeño estaba siendo consumido en rabia e impotencia, escupiendo y maldiciendo. Todo eso se había repetido día tras día.
Luego creció; su madre y él se fueron lejos, y nuenca volvieron a verlo… Al menos no hasta ese día:Cuando el eco de voces se alzó le invadió un escalofrío, de pronto comenzó a marearse y estuvo a punto de orinarse, sólo una cosa le provocaba tal malestar, una cosa que había dejado atrás, olvidado con el tiempo, enterrado tan debajo de la tierra, en las mazmorras de su palacio de la memoria, y a pesar de eso ahí se encontraba; de pie frente a él, sonriéndole. Schneider estaba helado como un muerto y terriblemente pálido, de nuevo se sentía angustiado, no recordaba siquiera que otras 3 personas le acompañaban, pues en ese lugar sólo estaba él, él y su padrastro. Su visión se nubló, y sintió náuseas, se sentía pequeño de nuevo, totalmente insignificante, ahora entendía porqué le aterraba la oscuridad, lo cierto es que todas las noches siguientes a su partida miraba impaciente al cielo, y cuando el atardecer comenzaba, lloraba, alegando que lo encontraría… Pues bien; su temor se había vuelto realidad.
La voz de aquella escoria retumbaba en sus tímpanos y mientras los demás se hallaban aturdidos, Christoph se alejaba, buscando esconderse en cualquier rincón, aunque sabía que en ningún paraje del mundo lo lograría y más aún en uno como ese…
Así que, se levantó del suelo, se encaminó hasta una vieja cama, acompañado por aquel sujeto, se tumbó dándole la espalda y como un buen niño; cerró los ojos y mordió la almohada.
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Murmullos y Oscuridad (Rammstein Fanfic)
FanfictionSeis hombres corpulentos. Una casa sola durante la noche. Murmullos y oscuridad. ¿De qué más podría tratar?