Camino de flores [Omegaverse]

4

—¡¿Por que lo hiciste Víctor?! —fue lo que pronunció Stephen cuando irrumpió en la mansión Stark. En el sillón se encontraba un desconsolado Gregory, siendo reconfortado por sus hermanos. Ante tal comentario Víctor se levantó, soltando la mano de su prometido. —Acaban de informarme que el permiso para enlistamiento lo firmaste tú.

Los gimoteos de Gregory Stark se detuvieron, el joven rubio le dedicó una mirada incrédula mientras su boca se abría suavemente en total shock.

—¿Qué ha dicho Stephen?

—Víctor ¿Por qué firmaste la orden? ¿Por qué autorizaste que Tony se enlistara? ¡¿Qué demonios estabas pensando? —Stephen sentía que su cuerpo hervía en furia. Su hermano seguía de pie, mirándolo fijamente sin emitir ningún comentario, nada.

—¿Eso es verdad hermano? —April le dirigía una mirada de decepción total. La habitación se había sumido en un silencio sepulcral. El ambiente parecía poder cortarse con un cuchillo.

—¡Habla maldita sea! —Stephen terminó explotando ante la terquedad de su hermano en no decir ninguna palabra ni aclara la situación.

—Si, yo firme el documento. Y estoy consciente de lo que hice. Tony se iba a ir de todas maneras, con o sin la autorización, estoy tomando la responsabilidad sobre sus acciones.

— Estas diciendo que si mi hermano menor muere en batalla ¿vas a tomar la responsabilidad? —Gregory pareció salir de su trance, sus dientes estaban apretados y su mirada era tan fría, contrastando con la tranquilidad que su ser emanaba —¿vas a estar tranquilo si Tony muere? ¿Estás dispuesto a tener las manos llenas de sangre y aun así casarte conmigo? —su voz era baja y peligrosa. Stephen nunca imagino que un omega Stark le intimidaría tanto.

—Gregory yo...

—Quiero que te vayas, hablaré con mi padre para cancelar el compromiso. Jarvis, escolta a los jóvenes Strange a la salida y haz que alguien los lleve a su hogar por favor. —el mayordomo y mano derecha de Edwin Jarvis ya se encontraba en la puerta.

—Por favor, acompáñenme.

Extendiendo la mano hacia su hermana quién aún se encontraba sentada en el sillón. El rostro de April era una máscara de horror e incredulidad. Los tres siguieron al hombre alto fuera de la finca. Víctor caminaba demasiado altivo y tranquilo, ignorando el hecho de que su compromiso se había cancelado.

—¿Qué hiciste Víctor? —el silencio nuevamente se apoderó de la cabina dentro del carruaje, esa pregunta suave de April lo rompió suavemente, pero la respuesta nula a esa interrogante lo volvió hacer presente.

...

Fue extraño estar en brazos de alphas, siendo que toda su vida había hecho lo posible para ser cauteloso alrededor de ellos. No es que no le importara tener una relación futura, casarse y tener cachorros, la realidad es que Howard había sido tan persistente en decirle que jamás lograría atraer un Alpha a su vida. Tony lo había creído con tanta fe que nunca podría tener un acercamiento con alguno de ellos.

—Serán enviados al frente soldados. Nos llevan ventaja, pero no los dejaremos ganar, todos ustedes bola de idiotas deben defender a su nación. No importa si mueren, van a luchar con todo lo que tienen. —El coronel Phillips daba un motivante discurso ante la fila de hombres que conformaban el batallón 107. Tony miró a sus compañeros de equipo, atrapó la mirada del Capitán Steve Rogers quién le regalo una sonrisa tranquilizadora, había entrenado para eso, estaba listo para ello.

El cielo continuaba negruzco y completamente despejado, el amanecer no tardaría en llegar y con ello un nuevo día. El porvenir esperaba, y el omega Tony Stark lo esperaba con ansias.