City of Fear

Capítulo cuatro

<<Don't talk

Let me think it over

¿How are we gonna fix this?

¿How are we gonna undo all the pain?>>

The Only Reason- 5 Seconds Of Summer

La tensión estaba en el aire, nadie sabía que hacer, solo miraban a la nada, esperando un milagro, pero eso era imposible, cómo todo. Parecía que también el hombre se hubiera llevado las palabras, ninguno se atrevía a decir nada, cómo si de tan solo hacerlo, morirían.

Ethan rompe el silencio.

—No iremos allí —dijo decidido.

—¿Qué? —preguntó Drake.

—No iremos a ese edificio —contestó seguro.

—Moriremos de hambre, no podemos quedarnos aquí— dijo Dianne confundida.

—Nos matarán, buscarán a lo más adentro de nuestra cabeza, nuestros miedos, nos matarán— respondió Ethan seco. ¿Qué acaso no entendían que si iban podrían morir?

—Si nos quisieran muertos ya lo hubiesen hecho, somos un simple puñado de hormigas, muy fáciles de pisar —dijo por fin Brooke.

—Tenemos que ir— dijo Dianne, el morir de hambre no estaba en sus planes—. Iremos.

Casi todos contestaron que sí, menos Ethan, el estaba cegado del miedo.

—Vamos Ethan no pasará nada —dijo Dianne con tranquilidad—. Volveremos sanos y a salvo, lo prometo.

—¿Segura? —respondió como un niño pequeño, tenía miedo, no lo podían culpar.

—Segura, vamos. Ella tomó su mano, y partieron. Tenían miedo, eso no podía negarlo, el entrar en ese edificio no les insinuaba nada bueno, pero tenían que hacerlo, aquí no había nada con lo cuál alimentarse.

Maldita ciudad, pensaron todos con furia.

Escucharon un ruido, al inmediato todos se dieron vuelta, pero no era nada. Todos estuvieron alerta desde entonces, como si algún enemigo estuviera cerca. El edificio estaba a sólo unos pasos, se detuvieron a recobrar energía, la necesitarían, no sabrían si esto era una trampa, no podían arriesgarse.

—Yo... yo no quiero entrar ahí —dijo Brooke señalando el edificio.

El edificio era lo único que había allí, daba un aire escalofriante, el color beige de las paredes estaba muy mal, el edificio parecía sacado de una película de terror, no pudieron evitar que un escalofrío recorriera su cuerpo. Se iban a adentrar a lo desconocido.

Dianne apretó con más fuerza la mano de Ethan, Drake se acercó a Brooke.

—No sucederá nada, te lo prometo.

—¿Cómo puedes prometerlo? No sabes lo que ocurrirá allí...— dijo demasiado despacio, como en un susurro.

—Nosotros estaremos contigo, haremos lo posible para que nada ocurra. —dijo dándole un abrazo. Aquél abrazo le dio fuerzas, justo lo que necesitaba.

Dieron unos pasos y empujaron la puerta. Todos se pusieron en posición de ataque, pero nadie ni nada se encontraba allí, solo las arañas y unos murciélagos, también el ruido de las ratas. Observaron en el fondo, una bolsa de mazanas se situaba allí, Dianne fue la primera en correr allí y agarrarla, extrañamente no ocurrió nada, pero no se quedo allí para esperarlo. Salieron a una velocidad increíble, y se sumergieron en los árboles, hasta perder de vista a el edificio beige que tanto temían, ese día estaba abierto.

La noche había caído, era demasiado fría. Buscaron ramas con las cuales hacer fuego, una vez encontradas las posicionaron todas juntas. Ethan y Drake se pusieron a oprimir un palillo haciéndolo girar hacía abajo. Dianne y Brooke buscaban algo en lo cual acostarse, encontraron un tronco caído, lo agarró, pesaba demasiado pero tendrían que llevarlo. Las manos de Dianne ya no aguantaban, el esfuerzo era demasiado, de seguro le sacaría alguna ampolla, pero no importaba. Al llegar, el fuego estaba listo, dejaron el tronco alrededor y se sentaron. Las manzanas les cayeron muy bien, saciaron por completo su hambre.

Todos dormían, menos Dianne, ella se rompía en silencio, quería volver a casa, no quería quedarse allí más tiempo, quería ver a su familia, apreciarla y cuidarla como lo más valioso que tenía, y era así. Necesitaba volver a su hogar ¿tan siquiera vale la pena intentarlo? Trataba de dormir, pero no podía, los recuerdos de su familia aparecían uno tras otro, como si esa noche se hubiera puesto de acuerdo para torturarla, nadie se despertó esa noche, ni supusieron aquéllo. Dianne lloró en la tempestad de la noche, sentía que todo estaba destruido, sus más terribles miedos. Era como si el mundo estuviera lejos de ella, inalcanzable...

Drake se despertó y al ver a Dianne llorando, susurró una pregunta.

—¿Estás bien?— preguntó. Menuda pregunta. Esto hizo que Dianne llorara aún peor.

—Sí— contestó ella con un hilo de voz. No era verdad...

—Ven— se sentó junto a ella y apoyó la cabeza de la chica en su pecho. Trataba de protegerla, sabiendo que no podía hacerlo. No en aquélla ciudad. 

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Hola*-* Bueno aquí esta el cuarto capítulo. Espero les guste c: ¿Votas y comentas? ¡Gracias por leer!