4. "¿Vos te... acordás?"

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Holaa, perdón por tardar tanto  en subir el capítulo, en serio, no quiero defraudar a la gente que me sigue y lee D: prometo, en serio, que en cuanto pueda voy a subir mas seguido las cosas, creanme ;) xD Bueno, acá las cosas empiezan a irse un poco a la mierda, yo se los advertí de entrada eh... CHAN CHAN CHAN! (?

[En el cap anterior...] Fernando se sentó en una silla, se volvió a tapar la cara  y algunas lágrimas salieron de sus ojos en cuanto pensó en lo que obviamente iba a pasar: Messi se asustaría y no volvería a hablarle. O lo enfrentaría y se enojaría, cualquiera de las dos posibilidades era mala para él.

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Después de pensar un rato inútilmente, se dijo que más tarde vería que hacer, y fue a comer algo. Más tarde empezó a acomodar el quilombo que había en su casa, "Por suerte nadie quebró" pensó, mientras juntaba las botellas. Repasó un poco el piso, pero no tenía ganas realmente de hacer nada, por lo que se sentó a ver tele. Había pasado más de una hora hasta que escuchó que golpeaba alguien. Se asomó a la ventana a mirar, escondido, y vio a Messi al mismo tiempo que escuchaba su voz.

-Fer, ¿estás ahí?

-¿Lío? –preguntó, poniéndose pálido.

"No, no puede ser, ¿qué hago ahora?! Va a querer hablar... ¿Qué le digo?" pensaba, mientras las gotas de sudor empezaban a caer por su frente.

-Sí, Fer, soy yo. Tenemos que hablar... -dijo el otro, afuera.

-Ah... Lío... No, ahora no puedo –fue lo primero que le salió decir en el momento de nervios-. Vení después.

-No, Fernando, no voy a venir después, abrime –le respondió Messi.

-¿Estás solo? –preguntó Gago, algo asustado.

-Si –dijo Lionel, tardando un rato en responder, pero entonces Fer escuchó otra voz.

-Dale Fernando, abrí! –gritó Mascherano, golpeando.

-No, Javier no entra –dijo apuradamente el dueño de casa.

-Bueno, Javier se queda afuera –respondió Lío, después de cuchichear un rato con Masche.

-No, mejor no. Váyanse –volvió a insistir Fernando-. Ahora no es un buen momento.

-Dale Fer... -pidió Messi.

Gago dudó un momento, pensando si debería abrirle, pero... No, mejor no.

-No Lionel! Váyanse! –dijo, casi gritando.

-Bueno... -respondió Lionel, tardando un rato  en contestar.

-Chau, Fernando! –le gritó Masche, en un tono que le pareció exagerado.

"La puta madre" pensó, en cuanto tuvo silencio, "tengo que hablar... Se va a ofender si no. Soy un boludo". Se quedó un toque parado junto a la puerta, y finalmente decidió sentarse en el sillón y seguir viendo tele. Escuchó un ruido en el fondo, pero no le dio importancia.

-Hola, Fernando –dijo Messi en la puerta de la cocina, apareciendo de repente.

-¿Qué hacés acá?! ¿Cómo entraste? –preguntó el otro, sorprendido y un poco asustado; eso no era normal.

-La puerta de atrás estaba abierta... -le dijo Lío, con normalidad -. Tenemos que hablar, Fernando.

-No quiero hablar ahora.

-Dale, ya estamos acá –insistió el diez.

-Andate o llamo a la policía... -dijo Gago, algo tímido.

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