Si no le tienes miedo a nada,ven que esto te erizara la piel...
BIENVENID@ A BTS SECCIÓN DE TERROR.
¡¡Se recomienda leer de noche!!
Debo aclarar que las historias son solo adaptaciones y/o cambios de nombres ,no todas son mías.
(Recopilación de...
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Soy un hombre profundamente religioso, y siempre procuré inculcar la misma ideología a mi familia, pero a ninguno de mis hijos agradó el estilo de vida. Particularmente a mi hijo Jungkook, que sería motivo de congoja para cualquier hombre que tuviera a Dios en su corazón. Jungkook solía mantener su habitación cerrada todo el tiempo. Siempre que estaba adentro, la puerta tenía seguro. Al salir, la aseguraba con su llave. Como no teníamos una copia, simplemente lo dejamos pasar.
Tras la muerte de Taehyung, su hermano mayor, Jungkook se aisló todavía más. Eran muy raras las ocasiones en que hablaba conmigo o su madre. Solía pasar de largo frente a nosotros, como si no estuviéramos ahí, y jamás respondía lo que preguntábamos.
La muerte de Taehyung fue difícil para toda la familia. Mi esposa y yo nos teníamos el uno al otro, pero Jungkook lo afrontó a solas. En ocasiones lo escuchaba sollozar al otro lado de la puerta, pero jamás aceptó nuestra ayuda. Simplemente quería estar solo.
Hasta cierto punto su actitud era comprensible. Entiendo lo tentador que resulta aislarse y protegerse de todo lo que te rodea. Resulta mucho más simple tener que preocuparte únicamente por ti. Tras perder a un hermano, a un mejor amigo, entiendo que Jungkook no quisiera acercarse a nadie nuevamente, pues había comprendido que en algún momento nosotros también partiríamos.
Jungkook no se presentó en el funeral. Al principio, me dio mucho coraje. Desde mi punto de vista no presentaba el debido respeto a la memoria de su hermano. Taehyung había luchado por sus padres y por su hermano, así que despedirlo en su funeral era lo mínimo que podía esperarse. Pero el pastor terminó por tranquilizarme.
"'Cada persona enfrenta el luto a su manera", me dijo.
Hace poco empecé a preocuparme por Jungkook. Lo he escuchado llorar nuevamente. Cuando sale de la habitación con los ojos hinchados, se va a la escuela sin decir una sola palabra. El otro día intenté conversar con él, y me di cuenta de algo aterrador.
"¿Jungkook, no quieres desayunar antes de irte?"
"No", respondió mientras aseguraba la puerta.
"Jungkook, extraño a mi hijo. Por favor, habla conmigo".
Jungkook se detuvo. Se quedó inmóvil algunos segundos, pensando si debía responder o simplemente seguir su camino.
"¿Para qué, para que me arrastres a la iglesia? Por favor, ora por mí". Sus palabras dolían como golpes en mi rostro.
Sin embargo, cuando se dio la vuelta sus palabras pasaron a segundo termino. Había notado otra cosa.
"¡Jungkook!", le grité mientras lo sostenía por un brazo.
Arremangué su suéter y se revelaron múltiples cortes.
"Jungkook...", le dije mientras se formaba un nudo en mi garganta.
