- ¿Cómo que te vas a casar? -Cuestionó la mujer a su joven hija.
Habían pasado unos días desde que había aceptado la propuesta de Valkyon y tarde o temprano debía decirle a su madre, por lo visto tuvo que ser más temprano que tarde y ahora ambas se veían fijamente a los ojos, la menor con algo de miedo por la expresión de su madre. Por primera vez en su vida comenzaba a temer por lo que fuera a hacer su madre.
-¿Quién te dio permiso?
El timbre de su voz comenzó a alertar sus sentidos de que algo andaba mal, desde que tenía memoria nunca había escuchado su voz con un tono como aquel, tan... Frio.
- ¡Responde! -ordenó el oráculo levantando la voz.
Su sentido común le gritaba que huyera de ahí, pero sus piernas no respondían. Menos lo hicieron al recibir la bofetada que le propinó su madre.
- ¿Madre? -Susurró colocando una mano sobre su mejilla enrojecida producto del impacto de la mano de su madre contra ésta.
- Eres una maldita mentirosa Erika, prometiste nunca abandonarme y ahora me sales con que te vas a casar. Nunca te crié de ese modo.
Cerró los ojos al sentir ésta vez el puño de la mayor en su pálido rostro, el suelo fue lo siguiente que pudo tocar debido a la fuerza empleada. Abrió los ojos algo mareada, su vista estaba borrosa por lo que no vio a la mujer salir de la casa.
Como pudo logró levantarse, su vista se estaba aclarando de a poco y entonces fue que noto la soledad de la estancia. Su madre la había dejado sola luego de golpearle por primera vez.
Soltó un leve sollozo al ser consciente del dolor en sus mejillas. Sacó el teléfono de su bolsillo, por suerte no se había roto, y le escribió un mensaje a Valkyon. Pocos segundos después recibió una llamada del peliblanco.
- Ya te paso buscando, estoy cerca. -Fue lo único que dijo.
La chica sin muchos ánimos caminó hacia la puerta principal de su casa y salió cerrandola detrás suyo, unos minutos después un auto se estacionó enfrente de su casa y ella fue hacia el vehículo, entrando en éste y cerrando la puerta para recargarse en lo que su prometido conducía.
Durante el trayecto Valkyon se contuvo de preguntar por aquel golpe que logró identificar en el rostro de la castaña. Al llegar a su casa la chica se bajó rápidamente y él maldijo por lo bajo, se le había olvidado que Leiftan estaba ahí junto con Lance.
Mientras tanto, una pálida chica se había quedado de pie en la entrada de la casa del peliblanco, solo con ver la expresión furiosa del rubio y la preocupada de su cuñado fue suficiente como para dejarla sin ganas de entrar.
- ¿Quién te golpeó? -Leiftan fue el primero en hablar, luego abrió más sus ojos al reconocer aquella esencia que seguía sobre la chica. - No me digas que... ¡Maldita sea! -maldijo extrañando a los presentes y a Valkyon que apenas llegaba y guiaba a la chica hacia dentro de la casa.
- Erika, ¿Qué te ocurrió? -Preguntó ésta vez Valkyon en lo que el rubio salía de la casa.
Tanto Valkyon como Lance suponían qué era lo que había ocurrido por la reacción de Leiftan, pero esperaban estar equivocados.
-Mi madre no aprobó nuestro compromiso y me golpeó... Pero no duele tanto. -Quiso sonreír pero su mejilla ardió.
Los gemelos se vieron entre sí. Si sus sospechas eran ciertas entonces la tormenta comenzaría pronto.
-¿De casualidad tu madre tiene el cabello casi rosáceo? -Cuestionó Lance dejando el lápiz sobre la mesa.
Erika asintió extrañada ante la pregunta, ese color no era muy común y al parecer a su cuñado se le había prendido el foco al ella asentir.
- Mierda... Te quedarás a dormir aquí de ahora en adelante y no quiero quejas. -Ordenó el mayor levantándose del sofá.
Con una expresión seria en su rostro caminó hacia las escaleras, no las subió sin antes decirle algo a su hermano que dejó más confundida a la castaña.
- En la noche vendrá Leiftan, habla con él y pídele que le diga la verdad de una puta vez, no quiero hacerme responsable de nada.
Dicho eso subió dejando a la pareja sola, Valkyon sintió como la temperatura descendía ante las palabras del mayor, ¿decirle la verdad? ¿acaso se le había salido un tornillo? Era una locura el siquiera pensarlo, Leiftan no se lo diría ni en sus peores pesadillas. Pero al menos debía intentarlo, por el bienestar de su prometida, tan solo esperaba no estar cometiendo un error.
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Full Moon |Eldarya Fanfic, AU|
FanficEra luna llena cuando se conocieron. La misma que atestiguó los actos de amor que realizó el joven de cabellos rubios y ojos verdes. Aquella luna que fue testigo de tantas cosas al mismo tiempo que de nada. Para Erika, Valkyon fue su primer amor d...