9~Near, So Near~9

72 5 8
                                    


- Leiftan.

-Oráculo.

En las voces de ambos se podía notar el desprecio que se tenían, una sonrisa hipócrita se dibujó en el rostro de la mayor. Con delicadeza se sentó en una silla a un lado de Erika y la abrazó.

- ¿Ya conociste a mi hija? -Cuestionó la de cabellos rosáceos.

- Si con "hija" - Leiftan hizo comillas en el aire al decir la última palabra- te refieres a que es huérfana por tu culpa, te creo.

Erika, harta de esas miradas que se dirigían sus mayores, dio un golpe a la mesa lo suficientemente fuerte como para llamar la atención de su madre y de Leiftan.

- No sé de dónde se conocen ni por qué se odian, pero si hablan sobre mí será mejor que digan toda la verdad. -pidió con cierta molestia la de ojos violetas, esperando alguna respuesta de su madre.

- vamos Oráculo, dile a tu adorada hija sobre el homicidio de aquél matrimonio, o mejor, sobre el casi asesinato de tu yerno. - Alentó Leiftan con una sonrisa cínica en su rostro.

- Tú no te metas en esto maldito bastardo. No le creas nada a éste delincuente Erika, él sólo quiere que caigas a sus pies, conozco a los de su tipo, son unos traidores e hipócritas.

- Si vamos a sacar los trapos sucios al sol tengo muchos para contar, ¿o acaso no quieres que sepa de sus verdaderos padres?

La pregunta hecha por el rubio provocó duda en la menor, ¿sus verdaderos padres? Pero si su padre la había abandonado y su madre fue quién la terminó criando completamente sola. Su vista se dirigió hacia quien decía ser su madre analizandola con la mirada, ahora que lo pensaba bien, no se parecían en nada.

- ¿De qué hablas, Leiftan? -Inquirió la de cabellos castaños observando con desconfianza al rubio- Intenté darte una oportunidad de hablar pero ahora me sales con la indirecta de que no es mi madre. - Sin pensarlo se levantó de la silla, siendo imitada por el oráculo quien sonreía con soberbia- Sabía que no debía confiar en ti.

Dicho eso salió del establecimiento junto a su madre, pagando el té que se había estado tomando, dejando al rubio solo en aquella mesa. Pero Leiftan no se sentía del todo mal por lo sucedido, había logrado sembrar la semilla de la duda en su amada, sólo era cuestión de tiempo para que brotara definitivamente.

Mientras tanto, Erika se dirigía a su casa junto a su madre, dudaba un poco por lo dicho por el rubio, pero era su madre, quien la crió con amor desde que era una bebé, sólo una vez le golpeó y fue en el día anterior y no se lo perdonaba aún.

- Erika... ¿Le crees a ese chico? - Cuestionó la mujer deteniéndose.

- No, si algo me has enseñado bien es que no debo confiar en extraños, y Leiftan es uno.

El oráculo estaba que no podía de la alegría, todo le estaba saliendo demasiado bien aun cuando el rubio estaba comenzando a interferir, no había sido una mala idea el asesinar a los padres de la joven para hacerse cargo de ella teniendo apenas un par de meses de nacida.

- Iré mañana a la casa, estaré con Valkyon. - Se despidió la menor con una pequeña sonrisa yéndose por su lado.

- Tal vez llegues más pronto, querida hija. - susurró el oráculo viendo por donde se fue Erika.

________________________________________

Ya casi terminamos :') no creí que iba a terminar esto tan pronto alv

Por favor, voten, comenten, que así me dan más inspiración <3

Teorías?

Palabras hacia la autora o el oráculo?

Full Moon |Eldarya Fanfic, AU|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora