¡Vete ya! ¡maldita nostalgia!
que entristeces mi alma...
Miro hacia el mar buscándote,
y en la inmensidad de su música
no te veo.
Miro hacia el pinar de mi monte
y entre cientos de aves rapaces
no te encuentro.
A lo lejos, sí a lo lejos,
en la llanura del horizonte
reposan mis recuerdos.
Y mis manos vacías
te añoran,
te lloran en silencio,
un silencio sonoro
de sonrisas en el tiempo.
¡Vete ya! ¡nostalgia latente!
que me entristeces...
En mi palma hallo
ya una flor
que no canta,
Una lágrima mustia
y rosa,
y mi bolsillo vacío
de palabras encantadas
¡Nostalgia majadera!
que me aprietas con fuerza...
¡Déjame libre!
¡Dejame cantar!
¡Déjame escribir
mi dulce canción
al son de mi pluma,
al compás de mi guitarra!
