¿QUÉ ESCONDES? [HopeV]

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De inmediato, un recuerdo llega a él.

Aquella vez que huía de las manos de Hoseok, cuando éste había terminado de pintar una habitación junto al menor. Habían empezado con salpicadas mínimas de un modo inocente, hasta que Jung metió ambas manos dentro del bote de pintura color beige, el otro saliendo a las corridas para refugiarse en el jardín trasero.

ㅡTae, ven aquí! Sólo quiero un abrazo.

ㅡNoo!ㅡ soltó con la voz más infantil posibleㅡ Si me tocas, te mataré!ㅡdescendió por las escaleras, para su suerte encontrando el arma perfecta para defenderse, según él.

El regador de plantas lleno que olvidó temprano.

ㅡHey, no Tae. Ni se te ocurra!ㅡle advirtió el mayor frenando sus pies en el penúltimo escalón al sospechar de sus intenciones.

Entre risas, acorraló a Hoseok echándole el agua encima, el mencionado cubriéndose inútilmente su cabeza.

Una sutil sonrisa apareció en su rostro. Dio media vuelta y otro recuerdo apareció frente a él.

ㅡHoseok, apúrate! Tardas tanto y ya tengo hambre, deja de jugar al chefㅡ refunfuñaba sentado a uno de los extremos de la gran mesa.

La doble puerta de madera oscura que separaba la cocina del comedor se abrió enseguida y en efecto el mayor vestía como todo un chef, entrando con un tazón de samgyetang que a la distancia ya olía bastante bien para Taehyung pero no lo diría en voz alta.

ㅡAquí tiene, mi ladyㅡ sonrió de lado “el chef” dando los cortos pasos que le faltaba para llegar a su lado con el tazón a punto de colocarlo sobre el decorativo artesanal individual ㅡ pero un beso primeroㅡ dijo regresando el tazón hacia arriba.

Demanda que no fue tan fácil de hacer para el hambriento chico ya que Hoseok retrocedía el rostro a propósito para que los labios contrarios no llegaran a su mejilla. Y sólo obtuvo darle aquel beso en su tercer intento.

Siguió de largo en su propio recorrido sin poder ocultar más esa sonrisa que reflejaba la sinceridad y orgullo de todos esos recuerdos como un incógnito espectador en sus mejores años de romance y aventuras que compartía con su actual esposo. Apareció un tercer recuerdo más fugaz que los otros donde yacían los dos dándose muy íntimas caricias en el invernadero, lo que le llevó a un cuarto y más especialㅡsi es posibleㅡ recuerdo.

El día de su boda en esa misma casa a las afueras de la ciudad.

El plan había sido sólo invitar a los padrinos y testigos de su boda, Jackson y Mark, el mayor de estos dos esparciendo el rumor ante todas las amistades que tenían en común para terminar organizando una gran fiesta donde al parecer muchos no vieron inconveniente tomar un vuelo a Japón, otros por suerte o mera coincidencia que ya residían en el país vecino para asistir a esa fecha en específico a inicios de la primavera, lo que sinceramente les preocupó a la pareja entonces comprometida, en parte por el rechazo que habían recibido de parte de sus padres y en otras ocasiones como por los nervios que les causaba dar este otro paso en su vida.

Los colores principales fueron el rojo como el color de las rosas y un blanco como el color de la arena que Kim y Jung vieron cuando realizaron su primer viaje al extranjero por su primer mes de enamorados en la selva alta del Amazonas. A ambos les había cautivado todo de ahí.

Su boda no siguió las típicas tradiciones que se cumplen en las bodas de Corea del Sur, aunque algunos detalles si eran similares puesto que para empezar no eran una pareja conservadora o heterosexual más para ellos fue perfecto, incluso uno de sus amigos compuso una canción especial para ellos.