Nick había quedado en pasarla buscando para llevarla al colegio. Sin embargo, cuando se hicieron las siete y media, Sídney comenzó a preocuparse de que ya no llegara. Le marcó un par de veces a su celular, pero este no respondió.
—Síd, ¿no vas a ir a clases? —preguntó su padre.
—Yo... sí, es que estoy esperando a alguien.
—Pero ya es tarde. Vamos y te llevo. Y así hablamos de algo importante.
—Bueno.
Subieron al auto y cuando iban a mitad de camino, su padre comenzó:
—Sídney, Lara se vendrá a vivir con nosotros.
—¿A nuestra casa?
—Sí...
Sídney miró hacia la ventanilla.
—¿Estás molesta?
—No. —Volvió a mirar a su padre—. Es solo que será extraño verla en casa. Siempre hemos sido nosotros tres.
—Sí, lo sé, pero ya queremos vivir juntos. Además...
—¿Además?
—Lara está embarazada.
Sídney dejó escapar unas lágrimas.
—Escúchame, cariño, nada cambiará. Además, siempre habías querido tener una hermanita, ¿no?
—¿Es niña?
—Sí.
Sídney se secó las lágrimas y sonrió.
—Te quiero, papi. Te quiero mucho.
—Yo también, cariño.
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(COMPLETA) Cinco meses para decirte adiós
Teen Fiction¿Y si solo tuvieras cinco meses para poder decirle adiós a la persona que quieres?