La Squadra di Esecuzione

Esperado reencuentro (parte 2)

El peliverde estaba confundido ya que  le era difícil distinguir si  era mala o buena. 

—cuando estuve forcejeando con esa cosa, yo no fui el único que estaba allí, alguien estaba conmigo, no lo vi pero podía sentirlo muy cerca-se rasca la cabeza —potencio mi stand. Era una sensación agradable y podría jurar que es conocida  

Formaggio estaba perplejo. De su chaqueta descolorida saco unas pastillas y selecciono una pequeña.

—creo que tienes que calmarte un poco, toma esto y vayamos a sentarnos hasta que te haga efecto

—no la necesito,  esta presencia es familiar, es como... ¡como si fuera la del mimo!-empieza a revisar sus bolsillos con desesperación.

—debemos ir rápido al hospital para que los doctores te revisen-intenta acercarse con cuidado  —solo para verificar que todo está en orden

—¡te digo que estoy bien!

Le enseña la esfera dorada. Era metálica y al agitarse se escuchaba un tintineo. En la superficie pulida tenía grabado una inicial en mayúscula: R

—¿y esto?

—la cosa que quería llevarte se cayó cuando la pisó. Y antes había visto a ese hombre que llevaba una gorra negra con varias de estas

—sigo sin entender nada.

Pesci trataba de formular una conexión; le era difícil hacerlo y se desesperaba. No encontraba las palabras adecuadas y lógicas que fundamentaran lo que intentaba decirle a su desorientado compañero, que rascaba su rapada cabeza.

Al no poder explicarle soltó un suspiro y con pena volvió a guardar la esfera.

—solo quiero ver a mi hermano de nuevo-sus ojos comenzaron a vidriarse  

—cuando era niño mi cuidadora me decía que si deseaba algo con muchas fuerzas,  iba a cumplirse.

El estafador  quería sacarlo de la amargura. Para él, eran puras habladurías pero quizás le servirían a su compañero. 

—mi mamá me dijo algo parecido y terminó  baleada 

Hubo un breve silencio entre ambos.

—quizás estés un poco salado pero si empezás a implementarlo a partir de  ahora, seguro que va a funcionar.

—bueno, voy a intentarlo-dijo motivado

La alarma de un automóvil se activa. Y los dos miran hacia donde estaba, Formaggio parcialmente revela la cuchilla de Little Feet.

—no te alejes de mi-se pone delante del peliverde

Para su sorpresa arriba del techo del auto se posa un gato

—pero si es un michi-hace desaparecer la cuchilla

Se acerca al animal y lo acaricia.

—es el gato que se enfrentó a eso

—con que sos mi salvador peludo

El felino se abalanza hacia los brazos del adolescente. Y luego se queda mirando hacia un farol de luz tenue.

—¿qué pasa minino?

—debe estar loquito porque está cansado y con hambre, como yo

—pero no tenemos nada para comprar, perdí mi billetera.

— ya sé pero quisiera comer algo

—yo también. Pero creo que vos lo necesitas más, ya que te veo bastante pálido. Estoy seguro que la comida del hospital te va mejorar