One Shots G O Z U L I' S

Muñecas

---*---~Goku adora las muñecas antiguas de porcelana, tenía varios fetiches extraños por cumplir, solo que no encontraba a la persona correcta.
         Hasta que llegó una nueva persona. Para otros solo seria una nueva vecina. Para él su Barbie favorita~---*---

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Vio como aquellos hombres bajaban los muebles de la camioneta, los miraba desde adentro de su casa a través de la ventana que da a la calle, y no solo él también sus otros vecinos chismosos. Dejó de hacerlo No tenia tanta importancia, solo era alguien mas.
Pero era imposible hacerlo, ya que aquel se había mudado juntamente al frente suyo.
Suspiro cansado y se alejo de la ventana, rápidamente cerró la persiana no le gustaba ser observado desde fuera ni desde adentro, jamás dejó entrar a una  persona a su casa. Tal vez tenía miedo de que lo miren raro, más raro de lo que ya lo hacían.
Subió a su habitación y al estar cerca de su cama se tiró sobre ella coba abajo, aun podía escuchar el ruido que provenía de afuera, algún día él también se mudará lejos, donde nadie los moleste.

***

02:24 am

La música llegó a sus oídos, le encantaba escuchar la clásica, le relajaba bastante. Tomó entre sus manos la cabeza de una muñeca pelirroja, el pincel reposaba entre sus labios, sus ojos inspeccionan a la muñeca, no tenia nada de malo, a excepción de su ceja, se había despintado, con su mano izquierda tomó el pincel con pintura anaranjada y lo paso delicadamente sobre su rostro.
Vestía una camisa cuadrille color roja y un pantalón estilo antiguo color negro.
Sujetó a la muñeca y la llevó junto a las otras colocándole en el lugar que se encontraba vacío. El lugar correspondiente de la muñeca.
Respiro cansado, a decir verdad no dormía mucho y eso le afectaba bastante.
Subió a su alcoba, se quitó los zapatos y luego se acercó a la ventana que mira hacia la calle. La luz prendida le llamó la atención era la única en funcionamiento, a sus oídos llegó un ruido de cristales rompiéndose, llevó su vista hacia el lugar, un gato negro salió corriendo de la bolsas de consorcio de basura, era extraño jamás vio a ese felino en esta calle, a lo mejor le pertenecía al nuevo vecino. Volvió a llevar su vista hacia la casa de en frente y la luz ya no estaba prendida, frunció el ceño, eso fue algo extraño.
Se tiró sobre su cama, no sabia porque lo hacía, ta que estaba seguro que esta noche tampoco dormiría.

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Golpeó sus pies en el suelo, poco después de salir de su casa, tenia la costumbre de correr en la madrugada además ayudaba a mantenerse en forma, era algo que de cierta forma le obsesiona, verse como una muñeca o eso le decían las personas que la conocían. Comezón a trotar, al llegar a la vereda apuro el trote. Al rededor de veinte casas después, visualizo la plaza principal, no había absolutamente nadie, algo obvio por  que eran como las seis menos cuarto. Se sentó en una de las bancas, y miró hacia el pequeño monumento del pueblo, era algo extraño, eran formas sin sentido, se acercó más para poder leer su inscripción. Sus ojos azules miraron determinada mente las palabras rusas, pero algo encajaba el nombre del monumento no era ruso y no lograba descifrar en que idioma estaba.
Morrout pronunciaron sus delgados labios rosas, le resto importancia, ella no estaba para descifrar la historia de un montón de hierro.
Ató sus cabellos rubios en una cola con la chuleta color amarillo que traía en la muñeca izquierda.
Quería regresar a su casa, este lugar, específicamente este no le agradaba en lo absoluto. Siquiera sabía porque escogió Rusia en ves de Italia o Francia, pero tampoco podía rechazar un viaje gratis hecho por sus abuelos.
Volvió a casa, sin antes posar su vista en frente, su vecino según le dijeron no salía mucho, solo se lo veía como a las seis sacar su basura, tal vez no tenia intenciones de hablar con él, quizás solo conocerlo y ya.