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Y ahí estaba él, en esperaba de alguien que estaba seguro que vendría, más para curar sus heridas que para verle, pero con eso él estaba bien. - o no tanto-

Encerrado en ese lugar no podía hacer otra cosa más que mirarse a sí mismo, con una mirada cargada de vergüenza, desprecio ¡asco! Él estaba... arruinado.

Su respiración no es pacífica, desde que lo metieron en este lugar su cuerpo ha ido presentando malestares físicos los cuales desconoce y le  resta  importancia a eso.

— Te estas muriendo Son.

Le es inevitable no cerrar los ojos, tapando sus oídos con las palmas de sus manos, intentado hacer de lado esa voz que desde hace tiempo lo atormenta.

Se está muriendo lo sabe, pero prefiere ignorarlo, hacer como si nada pasa y creer que tiene años por delante donde admirara la inalcanzable belleza de la única persona que en estos momentos esperaba que llegase. - y no estaba seguro de eso-

— Y el día que eso pase, estaré aquí.

¡Que voz tan! armoniosa...

— Me hiciste mierda eh — balbucea con sorna a la nada misma, porque él estaba sólo.— Me jodiste la vida como lo hice yo. — chasquea la lengua con desagrado, sus ojos negros se pierden en una oscuridad asfixiante, horrorosa.— pero de algo me alegro hija de puta, a donde yo voy no tendré que ver tu hermosa carita. Tu cuerpo de niña, tu jodido cuerpo apretado. — no hace más que reír ronco con un toque de demencia y enojo. — tu cuerpo, ¿te acuerdas? —pregunta con burla— aquel que deje tirado, inerte en ese descampado. — era un malparido desgraciado, un hijo de puta psicópata.

— ¿a quién esperas?

Goku no estaba seguro del todo, pero le pareció haber notado burla en sus palabras, como si tramara algo.

— Ya sabes a quien, no tengo ga~

— ¡Oh Dios mio! Me olvidé de contarte, ahora que me la nombraste me haz hecho acordar de algo... — "parece" meditar— no es muy importante la verdad, pero... esa chica, la enfermera esa, se murió. Se suicidó.

— se dice que, si los fantasmas esos, que se quedan para joderte, le joden a uno la vida no a los demás.

— ¿Me estas culpando?

— No — dice serio, aun recostado sobre el frío cemento de la celda.— o bueno si.

— parece que no te molesta.

— ¿debería de llorar acaso? No... agradezco que siempre me hagas favores.

— Un gracias no está de más.

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La joven adolescente no hace más que observarlo, allí, tirado como siempre en el piso pero con un pequeño detalle.
Se estaba moviendo, rápido e inconsciente. Lejos de tener asco a la espuma que brota de su boca, se acerca, y acaricia su rostro con ternura. Como lo prometió estaba ahí, pero mucho no le gusto. No, no le agrado en lo más mínimo.

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Son Goku, treinta y tres años, fue encontrado ya en proceso de convulsión aproximadamente a las doscientas.

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Ese lugar era mas que pacífico, su vocabulario no hallaba las palabras para describirlo. No había color que conociera y ni mucho menos esa sensación.
Decir que los ángeles le besaban y que al mismo tiempo caminaba sobre brasa ardiente era poco.
Pero siente sus frías manos sujetarlo del cuello, pero esa acción estaba lejos de lastimarle. No sabia si quería salvarlo o dejarle muerto en vida.

— No estoy contenta con tu muerte hijo de perra. Tú, vivirás para mi.

One Shots G O Z U L I' S Donde viven las historias. Descúbrelo ahora