capítulo 3

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Lena.

Miró fijamente a los ojos más celestes que he visto, ni siquiera sabía los ojos realmente podían ser de un celeste cielo, su bronceada mano alrededor de mi brazo aprieta un poco más firme pero no doloroso, mis ojos van a la mano envolviendo mi brazo mientras lo envuelve.

Pense que era grande en la foto que me había enviado, eso no era nada comparado con ella en persona. La mujer es más alta que yo, siento que su pulgar cepilla la manda de mi camisa, casi como su me acaricuara en pequeños círculos.

La textura áspera se siente bien en mi piel, demasiado bien para una mujer que quiero golpear ahora por ser una idiota, una idiota sexy.

Me lamo los labios, de repente se sienten secos y sus ojos van allí, estrechandome ante mi acción, su mandíbula se aprieta con fuerza.

-¿No? ¿Vas a mantenerla encerrada en la despensa? John se ríe de su propio chiste. -Se que manejas un barco apretado jefe. Pero eso es ..... Sus palabras se cortan cuando Kara me tira del brazo, mi cuerpo se enfrenta a el suyo como si no tuviera ninguna intención de dejarme salir de la despensa.

Huele como el sol, y me pilla con la guardia baja tanto como me arrastra hacia ella.

Uso mi otro brazo para colocar un rizo suelto detrás de mi oreja, es algo que siempre hago cuando estoy nerviosa. El aire en la despensa comienza a espesarse con un silencio incómodo.

-Realmente debería sacar el ultimo pastel del horno.... Jalo mi brazo y Kara me libera a regañadientes. Aprovecho la oportunidad para huir de la despensa, deliberadamente a través de Kara y John como si mi culo estuviera en llamas.

No tengo ni idea de qué hacer con lo que acaba de pasar ahí, pero no fue así como pensé que conocería a mi nueva esposa.

Me dirijo directamente al horno y un chillido sale de mi boca cuando me levanta y me coloca en el mostrador. Se que un buen viento puede ser capaz de derribarme, pero ella me mueve como si no fuera nada.

-Te quemaras. !!! dice con voz profunda y dominante. La que estoy segura hace saltar a todo el mundo, también. Incluso me congela por un momento de cocina antes de abrir el horno y sacar el pastel de melocotón, colocándolo en el mostrador junto a los demás.

-¿Cómo crees que los demás llegaron al mostrador? .. Responder tardíamente, no estoy segura de que hacer con esto. Lo único que la mujer ha hecho con los dos minutos que la conozco es darme órdenes como una jefa. Ahora entiendo por que John lo llama jefa, el título encaja bien.

Se quita los guantes y los tira sobre el mostrador.

Su mano va a su cara y aprieta el puente de su nariz ligeramente torcida. Probablemente se a roto una o dos veces. Claramente esta irritada conmigo. Quizás sea mejor que se lo guarde y no me lo diga.

Necesito este lugar, no tengo donde ir, pero que diablos... si no puedo tocar el horno, ¿que se supone que debo hacer por aquí?.

Mis mejillas empiezan a arder por el pensamiento sucio que me viene a la mente y dejo caer la cabeza, mirando mis botas gastadas, no queriendo que Kara vea mi rubor. Tal vez podría echarle la culpa a cocinar todo el dia. El calor me esta afectando.

-¿Que voy a hacer con ella? Le oigo murmurar, esto no es un gran comienzo, es una completa idiota, ni siquiera se ha molestado en decir hola. ¿Es eso tan difícil? Hola, soy Kara.... la mujer con la que te casaras mañana.

Es un placer conocerte, eso no es tan difícil ¿verdad? La mujer no tienen modales, o no está contenta con la novia que recibió. Estoy pensado tanto en este punto.

NOVIA VIRGEN POR CORREO.        SUPERCORPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora