En El Punto Más Alto [II]

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La sorpresa me deja clavado al suelo: es la voz de Jungkook. ¿Cómo hizo para encontrarme?
¡La llamada que hice! Es la única explicación posible. ¡Yoongi tenía razón! ¡Fui estúpido, debí haberlo escuchado! ¡Estoy tan molesto conmigo mismo!
Unos golpes a la puerta. El miedo me impide hacer un solo movimiento, me paraliza literalmente. Los golpes se repiten.

- ¿Hobi? ¡Abre, no tienes nada que temer!

Como no hay llave en la cerradura, el picaporte gira sin problemas. Jungkook está de pie en el umbral, jadeando, con una expresión preocupada.

- ¡Ah! ¡Hobi, por fin!, exclama al verme.
Él avanza un paso, viene a tomarme en sus brazos. Mi movimiento de retroceso no lo detiene, me abraza con ardor.

- ¡Mi amor! ¿Estás bien? ¡Estaba tan preocupado, sabes… pero aquí estás! ¡Se acabó! Todo está bien…

Su abrazo se aprieta más. Yo ya no comprendo nada. Desde que Yoongi me convenció de que mi esposo quería asesinarme, estoy acostumbrado a considerar a Jungkook como un peligro mortal, como mi asesino potencial.
Y helo aquí, frente a mí, estrechándome en sus brazos, clamando su preocupación y su felicidad por encontrarme. Ya no sé qué pensar, el giro de la situación me enreda completamente las ideas. Mi
ausencia de reacción y mi silencio prolongado lo alarman.

- ¡Hobi, háblame, retoma con una voz apremiante, dime algo! ¿Al menos no te hicieron daño?

Yo me fuerzo a sonreírle.

- ¡No, no… estoy bien! ¿Pero, por qué tienes eso?, le digo señalando el arma deslizada en el cinturón del pantalón.

- ¡Oh! ¿La pistola? Una simple precaución… ¡Yoongi puede volverse peligroso cuando los acontecimientos no transcurren como lo planeó!

Yo estoy estupefacto.

- ¿Sabes que estamos en casa de Yoongi?

- ¡Por supuesto que lo sé! Eso y un cierto número de cosas de las que me enteré al buscarte. Tuvimos que hacer proezas para seguirte la pista, pero lo logramos. Mi hermano lo había arreglado todo desde hace mucho tiempo y había borrado cuidadosamente los rastros…

- ¿Tú lo sospechabas?

- Para nada. Al principio, lo único que sabía era que habías desaparecido; eso me costó mucho trabajo. ¡Estaba tan preocupado! ¡No comprendía nada! Enseguida organicé las búsquedas, revisamos todos los hospitales de New York, todas las comisarías, todos los sanatorios, todos los lugares en los que te hubieras podido quedar varado si habías tenido una enfermedad o accidente. ¡Un trabajo colosal! No estabas en ninguna parte.

Él se expresa con convicción, sin dudar, sin refugiarse detrás de evasivas. Su naturalidad y su seguridad me impresionan.
¿Se habrá preocupado REALMENTE por mí? ¿Dice la verdad? ¿Está mintiendo?

- Nos quedaba la hipótesis del rapto, continúa ininterrumpidamente, era la última posibilidad. Cuando apareció con certitud que no se podía tratar de otra cosa, removí cielo, mar y tierra para saber dónde estabas siendo retenido como prisionero. Sin alertar a la policía, evidentemente, es lo
último que se debe hacer en estos casos. Todos mis colaboradores se consagraron en la tarea, trabajando día y noche, para intentar reconstruir tu recorrido. No fue fácil, dejé plantadas todas mis otras ocupaciones para dirigir yo mismo la búsqueda. Estaba muerto de la angustia.

Su fluidez, ligeramente precipitada, la inquietud que atraviesa en ciertas inflexiones de su voz, sus sonrisas vacilantes, su mirada sucesivamente cortante o ansiosa, en resumen, todo en su actitud, absolutamente todo, respira franqueza y alivio por haberme encontrado.
¿Es sincero? ¿Me habré equivocado en cuanto a él y a Yoongi?
Como quien no quiere la cosa, lo observo. Hace meses que no me hablaba así. Por momentos, tengo la impresión de volverme a encontrar con el hombre que me había encantado en Acapulco y
muy al principio de nuestro matrimonio. ¿Será posible que el impacto de mi desaparición lo haya
hecho hacer consciencia de que se preocupaba por mí?
Yo me hago preguntas. Sin sospechar mis interrogantes mudas, él continúa:

Prisoner Or Guest? > Yoonseok [Segunda Temporada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora