Aladdin (Versión Superbat )

Recuerdos

- ¿Acaso....

El príncipe no podía creer lo que veía, esa silueta era la del joven ladrón...No podía estar equivocado. Por un momento se quedó estático pensando en que estaba empezando a perder la razón, por lo que bajó la mirada y puso una mano en su rostro.

-*Es solo Alí...acéptalo de una vez*- pensó algo con cierta molestia consigo mismo antes de subir la mirada y respirar hondo para abrir la cortina encontrando al joven rodeado por los niños.

-Hola Jade *Eso estuvo muy cerca*- pensó algo nervioso ya que apenas tuvo tiempo de ponerse el turbante.

-Veo que se están divirtiendo, tal vez debería invitar al príncipe Alí otro día- comentó el príncipe viendo a su compañero con una sonrisa que lo hizo sonrojarse levemente.

-¡Si! Por favor. Él es muy divertido. Que bueno que hayas venido con él, Jade- respondieron los menores con una sonrisa.

-Y yo me alegro de que él aceptara mi compañía- respondió el pretendiente con una sonrisa, antes de que una de los niñas que estaba sobre la alfombra soltara unos pedacitos de papel sobre su cabeza.

-Hechizo de sueño.Ahora dormirás para siempre-dijo la menor.

- ¡Oh no! El hechizo hace efecto...- dijo en broma antes de tirarse al suelo poco a poco para fingir estar dormido haciendo reír a los niños.

-Veo que no me necesitarán por aquí. *Buen trabajo...Kal*- pensó la mujer que había visto todo a través de la cortina antes de irse.

Al transcurso de unas horas de jugar y de reír con los niños, el príncipe había decidido que ya era de irse. Pero ante la insistencia de los niños aceptó quedarse unos momentos más para leer uno de los libros que había traído, por lo que le pidió a los menores recostarse en sus camas.
Minutos después, el príncipe terminaba de leer el libro sentado al borde de una de las camas, mientras su compañero lo veía con una sonrisa enamorada sentado en la alfombra que levitaba a unos centímetros del suelo.

-Y de esa forma, el valiente joven de la capucha roja pudo finalmente regresar a su hogar con su familia... Fin- susurró terminando la historia con una sonrisa al ver que los menores estaban dormidos- Ya están dormidos, será mejor irnos en silencio.

- ¿Eh? Claro, Jade- respondió en voz baja saliendo del trance en el que estaba al verlo mientras el príncipe apagaba las lámparas de aceite a excepción de la que estaba al lado del joven.

-No lo hiciste nada mal, para ser sincero creí que tendrías problemas cuando te dejé solo con los niños. Pero creo que no debí haberte subestimado. Realmente...me alegro de haberte traído. Ellos se veían muy felices, te lo agradezco- le agradeció en voz baja con una sonrisa haciendo que el joven se sonrojara levemente.

-No hay problema, Jade. Solo ten cuidado al bajar las escaleras, los niños siempre olvidan recoger algunos de sus juguetes- advirtió sin pensar llamando la atención completa del príncipe.

-*¿Cómo sabe eso?*- preguntó el príncipe muy confundido.

-¿Sucede algo?- preguntó con una sonrisa luego de sujetar la única lámpara que quedaba encendida, ignorando por completo lo que había dicho.

-No pasa nada, yo...- respondió algo confundido cuando de pronto casi tropezó por uno de los libros que los niños habían dejado en el suelo.

-¿Estás bien?- preguntó su compañero muy preocupado tras haber evitado su caída.

-Estoy bien, solo...Me distraje- dijo antes de cruzar su mirada con el pretendiente.

-No te preocupes, sujeta mi brazo para evitar que te lastimes- ofreció amable a lo que su compañero aceptó.