Aladdin (Versión Superbat )

Presentaciones

A la mañana siguiente el joven ladrón se preparaba muy animado para ir a ver al príncipe.

-Vaya vaya, kriptoamo. Luego de pasar la primera base con el príncipe lo veo muchísimo más animado- dijo recostado en uno de los cojines mientras hacía volar una pluma con sus poderes.

-¿Primera qué?- preguntó con una sonrisa mientras acomodaba la ropa y el cabello frente al espejo.

-Primera base, querido- explicó mostrando dos marionetas de dedos de los jóvenes haciendo que se besaran- Estoy muy orgulloso de ti, sinceramente tuviste un avance más efectivo que tu otra versión- agregó apareciendo una capa roja en la marioneta del joven ladrón.

-¿Mi otra versión?- preguntó confundido a lo que el genio se convirtió en humo rojo que fue hasta el hombro del joven para convertirse en una versión pequeña.

-Solo detalles sin sentido, querido ¿Qué tal si me cuentas lo que tienes planeado hoy con el príncipe? ¿Necesitas un poco de ayuda mágica? ¿Ya puedo presentarme con él?- preguntó emocionado con sus manos en las mejillas.

-Claro que puedes conocerlo, genio. Solo hay que encontrar el momento adecuado para explicarle sobre ti ¿Estás de acuerdo?-preguntó con una sonrisa.

-Suena razonable y en ese caso será mejor que prepares toda tu galantería kriptoniana para verlo- dijo alegre mientras el joven se colocaba el turbante.

-¿Gala...?...¿Qué?- preguntó confundido.

-Galantería. Es algo que vas a necesitar y mucho para mantener tu racha, querido kriptoamo. Así que mucha suerte- agregó muy alegre antes de volver a convertirse en un humo rojo que lo rodeó antes de entrar en la lámpara.

-Muchas gracias, genio- agradeció con una sonrisa cuando de pronto se oyeron unos toques leves en su puerta por lo que luego de arreglarse un poco se acercó a la puerta encontrándose con los guardias de ayer.

-Buen día, príncipe. Lamentamos la interrupción pero nos ordenaron escoltarlo al comedor real para que pueda desayunar en compañía del sultán- dijo educado haciendo una leve reverencia al igual que su compañero.

-No hay problema, iré. Por cierto ¿Saben si Jade está allá?- preguntó emocionado.

-Lo siento, señor. Pero me temo que el príncipe come muy temprano para poder tener libre su mañana- respondió educado.

-Ya veo, entonces será mejor no tardar. No es correcto hacer esperar al sultán- dijo con una sonrisa cerrando la puerta tras de sí.

-Me alegro que lo entienda, príncipe ¿Pero que hay de su hermano?

-Él salió muy temprano a explorar el castillo junto a nuestro tigre- respondió con una sonrisa.

- Entiendo, entonces será mejor irnos- dijo educado antes de escoltar al joven junto a su compañero.

-*¿Qué planeas Ras?...*- pensó el joven con el ceño levemente fruncido.

Mientras tanto en el jardín, el príncipe leía un libro sentado bajo la sombra de un árbol sin percatarse que era observado desde el castillo.

-Ahora con el príncipe Abdul fuera del camino. Joseph puede hacerle el día imposible a este renacuajo- dijo el gran visir acompañado por su hija.

- Y sus mocosos no serán un problema. Me encargué de que hoy estén muy distraídos con sus lecciones y su molesta mascota está acompañando al sultán. Así que no hay de qué preocuparnos, padre- dijo con una sonrisa cruzada de brazos.