Kun observó de lejos como YangYang era abrazado por Hendery. El menor había perdido a su pequeño gatito y compañero de vida, necesitaba apoyo.
—¿porque lo esta abrazando él y no yo?—
Kun bufo molesto, acercándose a ambos jovencitos con sus brazos cruzados.
—Kun-ge, hola.—
Hendery le sonrió al mayor, siendo totalmente ignorado por este. Qian tomo la muñeca de YangYang y jalo de él, llevándolo lejos de Hendery y de todo el mundo.
—¿porque no me abrazas a mi? Solo a mi me puedes abrazar...a nadie más.—
y aquello, ayudo a que el menor sonriera y quitará las pequeñas lágrimas que caían de sus rosadas mejillas. Abrazó al mayor y como costumbre, olfateo su aroma.
—esta bien, Kun-ge.—