Cuando le dije que sí a Stiph, sonrió tanto que incluso pensé que se le había paralizado la cara o que algo le había pasado, pero luego de que reaccionó, se paró y se puso en cuclillas frente a mí, que permanecía sentada, tomo los bordes de mi cara con sus manos y acerco su cara a la mía, dándome un beso con tanta ansia, pero no lo intensificamos ya que el camarero llegó con lo que hacía falta del desayuno, Stiph ni siquiera se molestó, sólo dijo que ya habría tiempo, insisto, él es perfecto, <<Vamos Rous todos sabemos que nadie se queda con el chico perfecto, eso únicamente pasa en los cuentos, además no sabes si él es el perfecto por muy bueno que sea, no lo sabemos>>.
Luego de terminar el desayuno y salir del restaurant, vamos tomados de la mano hasta el estacionamiento donde Stiph dejó su auto, el mío a pesar de que ya pasó casi un mes aún sigue en el taller, entonces subimos en su auto y nos dirigimos a mi departamento, en el transcurso del camino Stiph sostiene mi mano, cada que paramos en un semáforo él se inclina y me da un ligero beso o toma mi mano y se la lleva a los labios, me gusta la forma en que me trata y lo mejor es que él siempre es tan normal, bueno la única diferencia es que ahora no besa mi mejilla sino mis labios.
Cuando estamos en la entrada de mi edificio, él se baja y me abre la puerta del coche, bajo y me acompaña hasta la entrada de mi departamento, ahora no sé qué hacer, no se sí decirle que entre o no, creo que lo correcto es invitarlo a entrar.
—Stiph, ¿Quieres pasar?— él sonríe pero niega con la cabeza.
—¿Esa es la forma de invitarme? o ¿Estás nerviosa?— aún tiene esa sonrisa burlona en la cara que tanto me saca de quicio.
—¿De qué otra manera pretendes o quieres que te invité?— le respondo algo molesta.
—Preciosa, no te alteres, es broma, y aunque me encantaría quedarme no puedo, tengo una reunión en 1 hora y no puedo faltar, pero como es jueves, el fin de semana ya está cerca, así que, puedo esperar dos días más para estar contigo el tiempo que queda, aunque creo que el día de mañana y lo que queda de este serán un verdadero infierno.
—Lamento mi reacción, entiende estamos empezando y sabes cómo soy, sólo recuerda que no eres al único que se siente diferente, comprende que esto es algo nuevo para mí, eras y eres mi mejor amigo y ahora de un momento a otro ya somos una pareja, estamos juntos— me acerque más a él mientras le decía esto y cuando estuve lo suficientemente cerca acaricie su cara con mí mano, para luego tomarla con mis manos y acortar más la distancia entre nuestros labios y lo bese apasionadamente.
—Preciosa sí seguimos así, no podré dejarte— él fue el que se separó de mí y así pudimos tomar el aire que nos faltaba, en algún momeno mientras lo besaba recordé el beso de Damien y por un momento imaginé que era él, luego la maldita de mi subconciencia me dijo que no era él y que no era justo que pensará en otro mientras besaba a Stiph y tenía tanta razón que no me quedó más que seguir el beso, aunque no fue desagradable, definitivamente no había sido como el de Damien.
ESTÁS LEYENDO
Extrañas emociones [Completa] [En edición]
RomanceQue tal sí un día te das cuenta dé que un completo extraño, al que conociste por casualidad, despierta en ti emociones que nunca antes había sentido, que tal sí toda esa nube que te cubre sólo fuera momentáneamente una tormenta y que al vaciarse las...