EXPERIMENTO NO.5✅

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Llego a la puerta de metal, largo un suspiro cansado, sus ojos lucían marcas moradas debajo, su labio inferior estaba lastimado, y su cuerpo estaba débil, su mente dolía por tanto tratatar de recordar, recuerdos que nunca llegaron. Volvió de su ensoñación, apretó el botón a su costado y la puerda corrediza se abrió.

Temerosa, avanzó hasta el centro donde, como era de costumbre, ella sería la protagonista.

—Te sorprenderá saber que esta vez no serás el centro de atención —la elegante voz de una de las mujeres a sus espaldas, le sobresalto y desconcertó a la vez —sabemos que eres tan genial para soportar de todo, así que el día de hoy solo serás el medio para probar a alguien más

Las luces se encendieron, por un momento, la chica tuvo que cerrar los ojos para poder acostumbrarse, al abrirlos, el brillo de curiosidad danzaba en sus ojos. Frente a ella había cápsulas de contención, en su interior permanecían dormidos chicos y chicas, algunos adolescentes, otros adultos pero todo y cada uno de ellos, aún dormidos, decían que corrieras.

Cuando entendió todo, su respiración se aceleró de sobremanera, retrocedió por inercia, quiso correr por supervivencia. Querían hacerlos igual a ella, si algo la mantenía con vida era que era la única, ella sabia donde parar y a quien lastimar, si ellos no tenían control el mundo acabaría en ruinas.

—No saben las consecuencias que esto puede traer —susurro —ellos no tendrán control, si creen que los obedeceran están totalmente equivocados

—Por eso estamos aquí el día de hoy —sus bellos se erizaron —tu seras la cosa en que probaremos su autocontrol

Los escucho caminar apresurados hasta salir y ponerse a salvo, joder que eran ratas cobardes.

Un pitido sonó, las cápsulas se abrieron, los cables que rodeaban el cuerpo de los jóvenes se despegaron hasta estar flotando a centímetros, un aire frío lleno la habitación, suspiro viendo la neblina blanca que se formó. Y ellos abrieron los ojos, tan rojos como la viva sangre o en todo caso, como las llamas del infierno.

Se quedó quieta, la observaban con mucho cuidado, dieron el primer paso y ella quiso correr.

Por un momento se olvidaron de ella, se concentraron en reconocerce y saber que eran capaces de hacer. Una de ellas fue la primera, miraba su brazo derecho con detenimiento, queriendo averiguar que hacía o como hacerlo, hasta que este se formo en una grande lanza de piel humana, una sonrisa diabólica le adorno.

—Ataquen —ordenaron desde los altavoces, ella palideceo

Pero no acataron la orden, cuando estuvieron satisfechos con las habilidades descubiertas trataron de escapar de aquella habitación de contención, una alarma sonó por todo la instalación, hombres armados rodearon la habitación.

—Contenlos, Samantha

No se movió, seguía viendo como aquellas bestias golpeaban y taladraban las paredes para escapar, vio su oportunidad, ella podría seguirlos. Pero algo en el fondo le decía que no podía permitir que mataran gente inocente, no podía y se odiaba por ello.

Sintio un par de manos aprisionarla por la espalda, grito pero este se quedo ahogado cuando una máscara le cubrió toda la parte inferior de la cara, vio a las bestias girarse en su dirección, por fin la tomaron en cuenta, sonrieron con malicia, y con cautela oliendo su miedo se acercaron.

El hombre que le puso la máscara se puso por delante de ella, disparo violentamente el arma pero no le hizo ni un rasguño a ninguno, lo tomaron por el cuello y arrancaron cada extremidad del pobre e inocente hombre.

Sujeto la máscara dispuesta a quitársela, pero entonces se vio acorralada, cerró los ojos sabiendo lo que pasaría, empujó por completo la máscara hasta que las agujas en su interior le atravesaron hasta el hueso, la droga le recorrió en microsegundos cada arteria, cada poro, cada hueso.

—Contenlos, Samantha —ordenaron de nuevo

Abrió los ojos, inyectados de sangre, su cuerpo tan rígido como un militar, sus sentidos alertas como un animal, su fuerza como la de un asteroide apuntó de impactar.

Después de todo era ella y siempre sería ella la única.

Experimento [Trilogía T. 2]✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora