Parte XXVIII

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—Crowley...estás demasiado ebrio—dijo Aziraphale, tomándole a su copa de vino casi sin ningún modal.

—Igual que tú, Ángel—se burló el demonio, riendo bajito antes de empinarse la botella.

Los dos ángeles casi se caían de sus sillas, pero siguieron riéndose y burlándose uno del otro y de tonterías que ambos decían.

Estaban demasiado borrachos, tanto que no fueron capaces de desalcoholizarse, pues pronto el sueño los venció y, sin mayor preámbulo, se quedaron dormidos: Crowley ocupando todo el largo y blando sofá, y Aziraphale en su elegante silla, con la cabeza contra el blanco mantel de la mesa.

Aquella noche fue la primera vez que Crowley se había quedado a dormir en la librería y, aunque todo era cálido y acogedor por dentro, afuera se soltaba una tormenta de aquellas, aunque no tan fuerte como la primera de la historia. Crowley no se dio cuenta, porque estaba dormido, pero ocurrió entonces un trueno que hizo temblar los viejos cristales de la librería, despertando a Aziraphale. Se levantó de su silla y fue por una manta. Y contempló al demonio dormido en su sillón, bajo el mismo techo. Vaya lío en el que se habría metido si alguien del cielo se enteraba. Pero no le importó, porque aquel demonio era el más extraordinario ser que conocía en todo el universo, y confiaba en él, y estaba ahí, borracho, dormido y con frío. Así que lo tapó bien y se aseguró de que estuviera cómodo. Y se fue a dormir.







Continuará...

A Good Omens Fanfic [Ineffable Husbands: Crowley x Aziraphale]Where stories live. Discover now