INCONDICIONAL

Solos

Evans se queda viéndome con enojo por la escena que había ocurrido hace unos minutos, mientras mi mente crea una similitud de razones por las que pienso que este idiota está en mi lugar, cosa me llena de furia.

- No creas que estoy contento de estar aquí, estoy aquí por obligación al igual que tu, a mi padre le pareció una buena idea que tomáramos unos días para conocernos, lo que a mi me parece absurdo- dice con algo de zorna

Es una estupidez - respondo a lo que me giro, me siento muy enojada porque pensé que estos días me servirían para escapar de la realidad que se me aproximaba gracias a la lujuria de mis padres y es que no entendía cual era sua absurdo deseo de tenar mas y mas dinero, como si ya no tenía suficiente, trataba de entenderlos pero no podía ya estaba exhausta tratando de justificar su acciones. - pero ni modo, ya que estas aquí tenemos que poner algunas reglas para que estos días sean menos molesto- dije, porque no permetiria que arruinara mi paz.

Aaah si, como si me importara tu reglas- me dijo y eso encendió mas mi furor, pero no mas de lo que dijo a continuación - mira niña te lo pondré las cosas muy claras, yo no vine a conocerte es algo que no me interesa, y si estaré aqui prefiero que no nos crucemos, yo me quedaré en un espacio y tu en el tuyo, así todos estará en calma- no me dejo responderle y salió de cuarto dejándome con las palabras en la boca.

Aaahhhw- estaba tan molesta que no podía contenerme, que se creía ese cretino? - es un idiota, egocéntrico, un gilipollas - balbuceba llena de molestia y es que sólo sentir su precencial me ponía de malas.

Así paso nuestro primer día solos en aquella cabaña que me traía los pequeños buenos recuerdo que tenía de mi niñez, hice todo lo posible por no cruzarme con el y el aparecer hacia lo mismo, pues la casa parecia que no había más nadie, si no hubiera una gran tormenta de nieve fuera pensaría que ya se había marchado.

Al despertar la mañana siguiente, me dolía mucho la cabeza y hacía mucho frío y como mi nana no le había dado las ganas de aparecer decidí ir a la cocina a buscar algo de comer y por algunos analgésicos, iba muy distraída debido a como me sentía y no me percate que había alguien delante de mi y por eso choque contra su torso desnundo, estaba a punto de bociferar algunas malas palabras, pero cuando subí mi vista y vi esos pectorales bien marcados mi boca se hizo agua y no me di cuenta de la manera tan abobada en la que lo estaba observando y es que dios no podía negar que estaba para comerce sólo, jamás había estado tan de serca con un chico tan sexy, tan apetecible, tan, tan. comencé a reprocharme a mi misma por mis pensamientos a lo que él me miró extrañado y confundido pero a la ves con un toque de diversión me dijo- Que pasa? Te gusta lo que ves?

Me sentí tan abochornada en ese momento que mis mejillas se tiñeron de rojo y solo desvíe la mirada e intente decir algo pero no pude, así que lo esquive y seguí mi camino a la cocina--evans 1 issa 0
No podía creer lo estúpida que vi en ese instante, tomé mi cereal, una manzanas y unas pastillas y salí corriendo a mi cuarto agradecí que evans no volvió a decir nada más.

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Evans

Por un momento me sentí extraño al ver como issa me Observaba con lo que parecía ser DESEO. Creo que mi mente me estaba dando una mala jugada así que decidí intimidarla un poco, cuando le dije aquellas palabras esperaba que nuestra conversación se volviera una gran pelea pero no fue así, ella salió corriendo de mi vista y me pareció verla sonrojada cosa que movió algo en mi, no se que, pero me hizo sentir a un más confundido que su ojos verdes mirando con vehemencia mi torso desnundo, así que decidi dejar todo así y volví a mi habitación, estaba un tanto preocupado por la tormenta de nieve que había fuera de las paredes que nos protegían, las redes telefónicas estaban colapsadas y no podía comunicarme con nadie, estaba aquí detrás de cuatro pareces incomunicado por lo que serían cuatros largos días con la que sería mi esposa y solo pensaba en mi novia y que estaría pensado en esta situación.

Siguieron pasando las horas y cada ves estaba más oscuro y frío, tenía hambre pero habían pocas cosas que no necesitan ser cocinadas en la alacena, cada ves el ambiente se ponía peor, de pronto salió la causante de mis enojos bien abrigada parecía un osito con lo que llevaba puesto y no pude evitar sonreir a lo que ella me vio y me observó con extrañeza y pregunto

- pasa algo? Tengo algo en la nariz o te parezco un payaso que te causó risa? - ahí volvió la fiera, ya no estába la chica sonrojada de esta mañana.

- dejame en paz issa - le respondí y mi estómago rugió,dios! Estaba muriendo de hambre--al parecer eso le causó gracia - y tu ahora de que te ríes?

- sabes que? No tengo ganas de pelear, tu tienes hambre yo también así que hagamos las paces por esta noche y preparemos algo para comer - al principio dudé pero me pareció algo sensato. Asentí y luego juntos comenzamos a cocinar, nunca antes había estado en una cocina y pensé que issa tampoco por su faceta de niña rica y caprichosa pero quedé sorprendido al ver como se movía con naturalidad en ella, lo que me causó gran curiosidad sobre quien realmente era issa y justo esa curiosidad me causó mucho miedo porque se suponía que no debía involucrarme en lo más mínimo con ella. Pero no se si eso sea posible.
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Luego de terminar de cenar y estar satisfecho no pude contener mi esas preguntas que de pronto llegaron a mi mente y comencé una pequeña conversación con ella llenas de preguntas que surgían en el momento.

- Cómo es que sabes cocinar? Pensé que las niñas de papi no sabían hacerlo. - No podía evitar mis sarcasmo con ella

- No soy ninguna niña de papi, puedo hacer muchas mas cosas de las que te imaginas - respondió llena de orgullo

- eso es bueno, pero no respondiste mi pregunta osita- esta última palabra me salió sin darme cuenta y es que siertamente eso parecía con la ropa que tenía puesta.

- osita? - me observó y decidió responder- siempre estaba sola- Dijo con tristeza - mis padres nunca tuvieron tiempo para mi y bueno prefería ocuparme en algo, así que cuando estaba sola me iba con mi nana a la cocina y ella me enseñaba todo lo que sabía, nunca pensé que necesitaría esos conocimiento, pero gracias a esto pudimos comer algo hoy- y sus comisuras se elevaron en una pequeña sonrisa. Y así continuó la noche constando un poco de todo por una pequeñas oras soltamos nuestras molestias y hablamos como si fuéramos viejos amigos, por una noche decidimos no estar SOLOS y ser la compañia del otro.

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BUENO ESTO POCO A POCO VA COGIENDO FORMA, QUE CREEN QUE PASARÁ ENTRE ESTOS EN LOS DÍAS QUE RESTAN EN LA CABAÑA?