¡Confusión!

37 2 0
                                    

Es cuestión de mirarlo desde otro ángulo; pertenezco a ti, pero no soy de nadie. Quiero que te quedes, pues me derrumbo sin ti; no sólo de manera sentimental sino carnal.

¡Mi cuerpo dice a gritos tu nombre!

Fue un error haberte dicho "te extraño, quédate", pues no importó en ti en lo absoluto. Vuelve a mirarme como lo hacías, con ésa ternura inexperta que usabas.

Ahora esto es confuso e irónico de las almas caprichosas; nos odiamos, pero, sin embargo, nos necesitamos.

Lo que el otoño recordóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora