Luke, el chico de la casa de al lado

La Noche De Halloween

Al fin 31 de Octubre, la noche más tenebrosa del año.

Quedamos en que partiríamos los 5 desde mi casa, el barrio es grande y lleno de casas decoradas. Esto significaba que conseguiríamos muchos caramelos.

También teníamos pensado pedir pizzas y comer todos juntos en el jardín. Después de eso saldríamos a coger regalos cuando ya el sol se haya puesto.

La primera en llegar fue Kate para así disfrazamos a la vez.

-Oh dios mío, ¿por qué estaré tab nerviosa? Quizá sea porque es mi primera noche de Halloween aquí en Sydney. - dijo Kate mientras saltaba.

-O quizás sea porque viene Mike. - le dije mientras soltaba una risilla.

-Ja ja... Que graciosa. Ni se te ocurra soltar nada del tema. No sé por qué la gente le ve feo, yo llevo dos meses coladita por él, me encantan sus ojos y su forma de ser tan mona. - me dice Kate risueña.

-No será que estás en el grupo por él, ¿no?

-No seas tonta, Sophie. Sabes que estoy en el grupo porque te pusiste pesada diciendo que deberíamos de tener un grupo y que Mike y Cal encajarían muy bien.

-¡Es que es verdad! Está bien que salgamos y quedemos juntas pero, a veces está bien tener más amigos cercanos y, además, no ha salido nada mal, nos llevamos muy bien.

-¿Tan bien como tu y Hemmings?- dijo Sophie mientras me guiaba un ojo.

-¿Cómo? ¿Luke? Que sepas que entre nosotros hay solo amistad. Nos llevamos muy bien y además seguro que dentro de poco, cuando Mike le vea con buenos ojos, entra en nuestro grupo de amigos.

En ese momento se escuchó el timbre.

-Chicas, id bajando. Son Michael y Calum. - dijo mi padre desde abajo.

-Ya vamos. - exclamamos Kate y yo.

Al bajar nos encontramos a Calum disfrazado de hombre lobo y a Michael disfrazado de Spiderman.

-¿Así que os habéis puesto de acuerdo para que no se os vea la cara? - pregunté.

-No somos los únicos, vosotras también lleváis la cara tapado con esos cascos. Me habría gustado veros disfrazadas de Minions la verdad. - dijo Calum en tono vacilón.

-Ja, ja. Qué gracioso, venga ya, tampoco somos tan bajitas. - le respondió Sophie.

-¿Vamos pidiendo las pizzas? - preguntó Mike.

-Todavía falta Luke. - respondí.

En ese momento Mike puso mala cara. Según Calum nos ha contado, no le cae muy bien el chico y eso entristece a Cal, al cual le parece que Luke es una buena persona.

Tras 5 minutos de espera llegó Luke vestido de Aqua-man.

-Ese disfraz está bastante guay, tío. - le dijo Calum.

-Gracias, el tuyo también. - respondió Luke felizmente.

-Bueno, ya estamos todos, vamos a pedir unas pizzas. - anuncié.

Pedimos 3 pizzas medianas, una barbacoa, otra de 4 quesos y la última era una pizza carbonara.
Nos las comimos bastante rápido ya que notamos desde el jardín trasero que gente ya pedía caramelos, y no queríamos quedarnos sin ellos.

-Wow, la señora Ledger tenía un barrel enorme lleno de caramelos, no se de dónde sacará el dinero para tantos dulces. - dice Kate.

-Quizá sea una asesina que roba después todo lo de sus víctimas. - Dice Mike en un tono tenebroso.

-Olle, no digas esas cosas que esa mujer vive en el mismo barrio que Luke y yo. - le dije a Mike.

-Podria ser que Michael tuviese razón, esa mujer es viuda, sin hijos y tiene varios gatos, quizá utilice la carne de sus víctimas para alimentarlos. - dice Luke.

-O quizá ella se alimente de la carne de sus víctimas. - añade Calum.

Los tres chicos se ríen, es la primera vez en toda la noche y se podría decir en sus vidas que Luke, Calum y Michael ríen juntos. Eso es una muy buena señal.

Al final recogimos una gran cantidad de caramelos y a algo así como las 23:00 volvimos a mi casa a contarlos todos.

-Yo diría que entre todos hemos recogido unos 400 o así. - dice Calum.

-¿Bromeas? - pregunta Kate.

-No creas, soy bueno calculando a ojo. - responde Calum.

-Wow, ¿entonces como los distribuimos? - pregunta Mike.

-Kate se quedará a dormir así que yo diría que Kate y yo fuéramos algo así como un equipo, es decir que a la hora de repartir Kate y yo seamos como una persona, los guardaremos juntas y comeremos parte de ellos esta noche. - les dije.

-Una pena que solo tengamos una tienda, si tuviéramos otra, ¿podrían quedarse ellos también? - me dijo Kate.

-Por mi claro que si pero habría dos problemas, de dónde sacamos la otra tienda de campaña y si mis padres nos dejarán.

-Esperad, un problema ya está solucionado, yo tengo una tienda de campaña bastante grande, nos valdría para los tres. - dijo Luke.

-¿Enserio? - preguntó Mike extrañado. - ¿De verdad harías eso por nosotros?

-Claro que sí, ¿por qué no? - le respondió Luke sonriente.

-Bueno, pues preguntaré a mis padres.

Después de 5 minutos de argumentos y por favores mis padres aceptaron así que los chicos fueron a casa de Luke a por la tienda. Tardaron 5 minutos en traerla y 10 en montarla. Con los pijamas no hubo problema, Luke dejó uno a Calum y mi hermano le dejó a Mike otro.

-Bueno, mis padres han dicho que no montemos jaleo pero no creo que pase nada por poner un poco de música. - dije.

Baje mi equipo de música, introducir un CD del grupo "R.E.M" y entramos todos en la misma tienda a hablar y jugar.

-¿Conocéis este juego de cartas? - les pregunté mientras sacaba de una pequeña bolsa el juego de cartas "Uno".

-No. - respondieron todos.

-Bien, os explicaré cómo se juega, en España no hay fiesta de pijamas en la que no se juegue al "Uno".

A continuación les expliqué las reglas y jugamos durante un rato. Fue bastante divertido ver como nos picábamos amistosamente cada vez que alguien ganaba el juego.

Ya íbamos a dormirnos, cada uno en su tienda cuando sonó la canción "Everybody Hurts" de R.E.M. Kate y yo nos pusimos a cantarla porque era de nuestra favoritas y desde nuestra tienda escuchamos otras voces que también la cantaban.

-"Sometimes everything is wrong, now it's time to sing along" - escuchamos Kate y yo desde dentro de nuestra tienda.

-Venga chicos todos juntos. - dice Calum asomándose junto con Mike y Luke.

-"Cause everybody hurts, take comfort in your friends". - gritamos los 5 al unísono bajo las estrellas.

-Oye, os dije que no mlntarais jaleo y ya son casi las 4 de la mañana, ya va siendo hora de iros a dormir. - gritó mi madre mientras se asomaba por la ventana de su habitación.

-Lo sentimos mamá, ya nos vamos a dormir. - respondí.

Todos nos reimos a carcajadas y finalmente apagamos la música y fuimos a dormir.