Bajo El Agua ~NamJin~

Parte 2: Necesidad

— ¡¿Qué dices?!

Los pasillos se encontraban casi desiertos e iluminados escasamente por la luz exterior de las farolas. Ya era bastante tarde cuando se encaminaba a salir de la escuela, sin embargo, ahí estaba esa pareja.

—Namjoon, dijiste que yo te gustaba. El primero en confesar sus sentimientos hacia mí, fuiste tú, Namjoon. ¡¿Qué acaso no ibas en serio?!

—Ya no me gustas.

— ¿Por qué? ¿No soy buena?

El rostro de SooJin estaba desecho en lágrimas, sus ojos hinchados y sus mejillas empapadas.

—Yo... odio a la gente que se enamora de mí.

Pero a Namjoon parecía importarle un cacahuate. Volteando su rostro con total aburrimiento mientras respondía.

— ¿Qué? ¡¿Cómo te atreves?! ¡¡Deja de bromear conmigo!!

—Oigan... están en el camino.

Y a SeokJin le importaba mucho menos, tanto el sufrimiento de la chica como la fuerte bofetada que le acababa de propinar a Namjoon.

—Ah, lo siento.

Namjoon se hizo a un lado y SeokJin paso derecho con absoluta indiferencia. Frecuentemente escuchaba rumores relacionados con Kim Namjoon, aunque no era como si creyera en los rumores estúpidos de los demás. Decían que él es el heredero de la famosa compañía de su familia y que su padre engañaba a su esposa. También decían que la amante de su padre era una colega de trabajo, a la cual obligaron a renunciar.

A Namjoon pareció llamarle la atención la actitud del castaño que se alejaba.

—Oye... ¿te desagrado?

SeokJin giro para encontrarse con la pregunta hecha con una sonrisa, Namjoon ignoraba cínicamente la fuerte marca roja de su mejilla como si no hubiese acabado de pasar nada.

Pensó que estaba en lo cierto, le desagradaba, y lo miro con hastío.

Namjoon hizo una mueca divertido.

—No estoy enojado, sabes. Esa fría mirada tuya... de verdad me excita un poco.

— ¿Ahh? ¡Estás loco! ¿Acaso eres un masoquista?

El castaño retrocedió espantado y el rubio sólo soltó una gran carcajada.

—Oye ¡¿No estabas recién hablando con otra persona?!

—Ah, olvidé que estaba aquí.

Namjoon volvió a darle un mínimo de atención a la llorosa chica mientras que SeokJin se fue del lugar tan rápido como pudo, no sabía que en realidad Namjoon lo conociese, así que pensó que el chico era de verdad extraño.

—Ya volví.

— ¡Siempre incumples tu palabra! ¡Nunca piensas en cómo me siento!

— ¡Siempre me gritas todo el tiempo! ¡¿Crees que no paso problemas en el trabajo?! ¡¿Por quién crees que es?!

— ¡Dime! ¡¿Por quién?! ¡Es por eso que no puedo soportarte!

SeokJin se sorprendió en un primer momento al escuchar los estruendosos gritos y los desordenados golpes, pero después de que reconoció la escena, dejó con aburrimiento la entrada principal de la casa para dirigirse al baño de su habitación.

— ¿Nuevamente están peleando esos dos? No saben que están molestando a los vecinos.

Desde que SeokJin recuerda, su casa siempre ha sido un territorio de guerra, donde sus padres parecen amar la batalla sin cuartel. En medio del apabullante bullicio de los gritos, la bañera siempre ha sido su refugio. Para SeokJin siempre era mejor hundirse en las profundidades del agua y aislarse del mundo exterior. No escuchar nada, no ser parte de nada.

Ya era casi una necesidad.

Realmente deseaba, de la forma más sincera, que ese sentimiento se lo tragara por completo.