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imagina.
él tratando de leer tu mente para saber por que estas molesta.
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—cariño...¿por qué estas enojada conmigo? —preguntó viéndola fijamente y entrecerrando sus ojos para tratar de sacar su charles xavier interno y leer la mente de su novia, cosa que claramente no ocurriría.
—no estoy enojada. —habló claramente enojada, pero no con cameron. —solo me duele él estómago, es todo. —se cruzó de brazos.
—oh, ya sé, tienes gastritis, te dije que tuvieras cuidado con las salsas en nuestro viaje a méxico. —le recordó alzando los hombros.
—no, no tengo gastritis. —rodó los ojos algo frustrada de que el chico no entendiera que no quería hablar.
—si quieres te puedo ir a comprar una pastilla. —comentó para que su novia le dijera que sí y calmar sus dolencias.
—¡que no, carajo! ¡no tengo puta gastritis, tengo putos cólicos menstruales culeros que no se me van a quitar con tu puta pastilla! —exclamó ya mas que enojada.
—ah...ok...está llamándome sofía eh, ahorita regreso. —hizo como si fuera salir a hablar por teléfono para evitar esa incómoda situación.
