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•º•
imagina.
entrar en la habitación de carlos y ver que él y jay están haciendo una réplica de la varita mágica del hada madrina.
•º•
—eh...¿carlos? — preguntó mientras veía al de cabello blanco.
—¡hola! ¿qué haces aquí? — cuestionó él nombrado algo exaltado, jay inmediatamente tomó la varita, es decir, la réplica, escondiéndola en su espalda.
—vine a verte, ¿por qué imprimieron una varita mágica? — miró al chico quien desvío su mirada en busca de una respuesta que pareciera verdad pero fuera mentira.
—porque el príncipe ben fue capturado. — fue chico quien respondió, causando que jay y carlos voltearan a verlo. —¿qué? yo creía que se les había olvidado. — habló nuevamente el perrito.
cuando carlos regreso su mirada a la chica, ella estaba boquiabierta.
—¿chico...? ¿él...? — no podía completar ninguna frase de lo confundida que estaba en esos momentos.
—sí, él habló, tranquila, iremos a la isla y volveremos rápido. — prometió el chico yendo hacia la contraria.
—¿irán a la isla? es peligroso, me preocupa. — tomó las mejillas del pecoso mientras lo veía a los ojos.
—sí, por eso necesito que te quedes aquí y cuides a chico y procures que nadie se de cuenta de que nos fuimos. — ahora fue el de chaqueta de tres colores quien tomó las mejillas de la menor.
—te quiero, de vil. —
—y yo te amo. — besó su frente para después irse de ahí junto al hijo de jafar.
—aww, que romántico. —chico habló, recibiendo una mirada por parte de la novia de carlos.
—cállate, chico. — soltó una risa yendo hacia el pequeño de cabello dorado.
