JungKook es el hijo del dueño de "Golden Bunny" una famosa discoteca de la ciudad, y también es el lugar en donde trabaja Hoseok, un chico bastante decidido a ganar dinero.
Y quién por algunos eventos en los últimos días, ahora tiene que dejar su p...
Soy codicioso, así que haré que tu corazón se agite no solo durante el sexo.
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Narrador POV
El joven chico de cabellos negros se encuentra recién salido de la ducha, y por primera vez desde hace mucho tiempo se siente extrañamente feliz, y a la vez... Satisfecho. Por lo que sabiendo que vería una vez más a HoSeok se esforzó para verse aún mejor de lo que ya se veía; Se puso un poco de colonia detrás de sus orejas, y uso sus boxers favoritos, después de todo, tal vez podía llegar a ser un muy buen día.
Jungkook bajo de su habitación rumbo al comedor, lugar de donde venía un aroma muy delicioso, definitivamente la señora Lee se había lucido en la cocina.
Al llegar al final de su recorrido la sonrisa del pelinegro se desvaneció por completo justo cuando sus ojos encontraron una silueta enfrente de la mesa.
— Buenos días, corazón. — Dijo la mujer que se encontraba comiendo al mismo tiempo que revisaba su teléfono celular.
— Buenos días...— Respondió Jungkook algo desanimado, hacía meses que no había estado en una misma habitación a solas con su madre, había estado tan feliz pensando en HoSeok que había olvidado por completo el prepararse mentalmente para si quiera saludarla. Ya que estar con ella era un completo desafío.
Jungkook intento sentarse en una silla algo alejada de su madre, y rogó por todos los cielos que no le dijera algo por hacer eso, después de todo la mujer siempre quería ser más cercana a su hijo, cosa que resultaba terriblemente mal.
En su lugar, la mujer le pregunto por algo que ni siquiera Jungkook sabía de qué se hablaba.
— ¿Ya tienes el traje listo?— Pregunto la mujer mientras continuaba revisando su teléfono celular.
Jungkook se quedó en silencio por algunos segundos, ¿De que traje estaba hablando su madre?.
— ¿Ya tienen listo el traje de la boda? — Cuestionó Jungkook bastante confundido, no podía creer que ya lo tuvieran sin siquiera tomarle las medidas.
— ¿De que hablas?, ¿No has ido por el traje?, Te dije que lo tenías que tener listo para hoy. — La mujer bloqueo su celular y llevo una mano a su frente, parecía molesta, y lo dejo muy en claro con la mirada de hartazgo que le dedico a su hijo. — Te dije hace una semana que fueras por tu traje, hoy es la fiesta de Dambi, enserio no puede ser que aún tenga que recordarte las cosas... Enserio sin mi no serías nada.
Jungkook no supo que responder, por lo que se quedó viendo a un punto vacío de la mesa, no podía si quiera sostenerle la mirada, especialmente ahora que lo estaba regañando por algo que ni siquiera sabía de qué se trataba.
— ¿Para que quieres el traje hoy? — pregunto intentando buscar una solución al problema, no era posible que pudiera olvidarse de cuando se iba a casar, esa fecha maldita la tenía bien presente incluso en las pesadillas, no era posible que lo hubiese olvidado por completo.
