-Ah... Del cielo, yo también soy de ahí y voy todos los viernes. - reí irónica.
- Conozco a tu madre.
- Conocías a mi madre.
- Te corrijo. La conozco.
- Ella... Ella falleció.
- Lo sé. - me miró a los ojos.
- ¿Te puedo pedir algo?
- Dime. - me miraba los labios.
Sus ojos, ya no eran celestes... Eran rojos. Ojos rojos...
- ¿Qué eres? - le miré atenta para poder escuchar su respuesta pero algo nos interrumpió.
- ¿Hermanito? - dijo alguien, una voz dulce, su voz me daba paz y tranquilidad... Era una chica, sin duda.
- Estoy aquí. Ven Linda, aquí esta Amy.- dijo sin apartarme la mirada ni por un segundo.
- ¿Amy? - salió un lobo de detrás del árbol.
Miré a esa "loba" con ojos como platos y caí al suelo de culo de la impresión y empecé a arrastrarme sin apartar la mirada. Me arrastré mas hacia atrás, poco a poco.
- Hola Amy. Soy Linda. - dijo Linda acercándose a mí.
Un silencio.
- Amy, no tengas miedo. - dijo Adam, bueno... Ash. Su voz también me tranquilizaba...
- ¿Cómo no voy a tener miedo? Es... ¡Es un lobo! - mi voz temblaba.
Una luz abrumadora empezaba a salir del pecho de Linda. Cerré los ojos. Y cuando los volví a abrir, Linda era... Una humana... Era más baja que yo, el pelo le llegaba justo por debajo de los hombros, de color castaño claro. Sus ojos azules celestes como los de su "hermano", llevaba una camiseta rosa y unos shorts.
- Pero... Qu-Que... Es una... ¿humana? - tragué saliva.
- ¿Me dejas explicarlo? - dijo Linda acercándose a mí.
- Su-Supongo... - dije con miedo.
No entiendo nada... ¿Qué estaba pasando? ¿Y qué tiene que ver todo esto con mi madre?
- Soy la guardiana de la puerta de Maho. Maho, es este precioso árbol. - dijo dando toques al árbol. - Y aquí es donde entras tú. Tú eres la hija de Leyla. Leyla está al otro lado de la puerta. Él, le dijo a mi hermano que tenía que ocuparse de ti. Ash es tu protector.
- ¿Mi madre? ¿Mi protector?
