Me desperté en una habitación que seguro que no era mía, no recordaba nada, solo recuerdos sin sentido, que no encajaban entre sí, un puzzle incompleto.
Ash... Ash... Ash...
Que.
¿Sabes dónde estoy?
Ah no sé, no querías saber nada de mí. Pues no sabra nada de mí.
Ash... No, Ash... Necesito ayuda. ¿Ash? Ash, ¿estas ahí? Joder.
- Amy... Amy... ¿Estas despierta? - dijo una voz ronca y dulce.
- Sí... Harry, ¿que ha pasado? ¿Que hago aquí? ¿Y mi padre? - dije nerviosa.
- Tranquila, ¿conoces a Ash no? - dijo seguro.
- ¿Ash? ¿Que Ash? No conozco a ningún Ash.
- Mira Amy, esto es importante, tienes que responder. También conoces a Linda, ¿no? - dijo acercándose a mi. Me agarró de la barbilla, me levantó la mirada haciendo que le mirara fijamente.
- Mira cariño, - dije con tono vacilante - he dicho que no conozco a ningún Ash ni a ninguna Linda. Así que sueltame y dejame salir ya de aqui, que no sé ni donde coño estoy.
-Mira Amy, no me vengas con vacileo. Se lo que son y yo soy de su estilo, así que no te hagas la tonta.
Me quedé callada.
- Llama a tu amiguito, Ash, dile que como no vengas, tendrás un pequeño accidente.
- ¿Qué... pe-peque-queño ac-accidente?
- No quisieras comprobarlo. - dijo cogiendo unas cuerdas atándome a la cama.
- ¿Vas a violarme?
- Más quisieras tú que yo te violara.
No le solté un broderío del miedo que tenía. Tenía que llamar a Ash...
Ash, por favor... Contesta, te necesito.
Admitelo.
¿El qué?
Que te estas enamorando de mi.
Pero eso no es cierto...
Sabes que si, admitelo.
Lo admito.
Dilo.
¡Lo admito!
Di lo que sientes.
Te quiero.
No te oigo.
¡Te quiero!
- ¿Qué pasa aquí? - apareció Ash de pronto.
- Hola, amigo.
- Harry. ¿Qué haces? Sueltala.
- ¿Dónde esta Linda, Ash? - se acercó a él.
- Así que es eso, ¿no? - me miró fijamente. - No pienso decirte nada.
Harry se acercó a mi con un cuchillo y me lo puso en el cuello, yo temblaba y temblaba sin decir nada, me limitaba a observar en silencio.
- Entonces tendré que matarla. - me hizo un pequeño corte en el cuello.
Solté un leve grito de dolor.
- Para, no le hagas nada, ella no tiene nada que ver con esto.
- Oh, ¿qué no tiene nada que ver? Ella es el centro de todo. Ella es el asunto pendiente que tengo desde hace tiempo.
- Por favor, ella... Ella...
