Betty y su aprendiz Harry.

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   -¿Cómo? Yo no me estoy enamorando de ti. - dije seria.

No me hacía gracia, ¿cómo puede pensar eso?

   - Pero lo estarás. Y estoy segurísimo de ello. - rodeó con sus brazos mi cintura. 

Le aparté.

   - ¿Qué coño haces? Eres mi ángel de la guarda e intentas ligar conmigo. Debería darte verguenza. 

   - No te me pongas así. Que te pareces a mi madre.

   - Vete de mi casa, no quiero volver a verte, aun que... Claro, como eres mi ángel de la guarda tendré que aguantar tu presencia, ¿no?

   - Mira Amy, no sé el futuro, pero tu madre si.

Desapareció.

Genial, este tío me raya mucho, va de guay por la vida, que se cree que se va a comer el mundo y no se comen ni una mierda. Llegó los asistentes sociales cuando pasó unos veinte minuos, estaba todo casi perfecto. Mi padre, ¿dónde está? Joder...

   - Buenas, soy Amy Evan, encantada. - le ofrecí mi mano.

Era una mujer mayor, su mirada había visto de todo, desde maltratos psicológicos hasta maltrato físico, su mirada cansada, agotada de ver esas barbaridades, pero aun así se veía muy agradable, sonreía levemente, era una prueba, me encanta leer libros de psicología, quiero ser psicologa de mayor.

   - Buenas Amy, yo soy Betty Collins, y el es Harry. - me dió dos besos con sus labios arrugados, finos y húmedos.

   - Hola Amy, yo soy nuevo y la señora... - le interrumpió Betty con un gruñido.- digo... Señorita, porque no está casada, ella me está enseñando todo lo que sabe. Y mi nombre como dijo ella es Harry, Harry Jones. - me dió la mano con una robusta y espléndida sonrisa.

Wow, igual o más perfecta que la de Ash. Bueno, la prueba de la que hablaba antes, se trata de sonreír al individuo al que quieres "interrogar", y depende de las expresiones que hace para sonreirte, puedes saber si el individuo es feliz o infeliz. Pero señorita Betty, sé jugar a ese juego. 

Le di mi mano a Harry y sonreí exactamente como debía expresar mi "felicidad". 

   - Bueno Amy, ¿podemos pasar y hablar con tu padre? 

   - Claro, pasen pasen. - miré a Harry sonriendo con la misma sonrisa de hace unos segundos.

   - Qué bonita casa, esta muy limpia, ¿tenéis asistenta? - dijo Betty mirando todo con disimulo.

   - No, tanto dinero para contratar a una asistenta, no tenemos, sinceramente, pero tampoco es que la necesitemos.

Iba todo a como ruedas, hasta que...

   - ¡Hola! ¿Qué hora es? Wow, no sabía que era tan tarde... - dijo riéndo.

Borracho, como de costumbre, pero... ¿Por qué ahora? Joder no sabe lo importante que es quedar bien?

   - ¿Señor Evans? - dijo Betty sin sorprenderse, habrá visto cosas peores, Harry me miraba.

Estaba muerta de verguenza, encima Harry no me quitaba sus ojos verdes de encima...

   - ¡Sí! John Evans. - le ofreció su mano.

   - Harry, ve con Amy, ya sabes que hay que hacer. - dijo Betty muy seria mirandome a mi y al chico de ojos verdes, que me cogió del brazo y me llevó arriba y nos metimos en el baño.

   - ¿Quieres ver el baño o qué? - dije para romper el hielo.

   - Lo siento Amy. - me dio la mano y me puso una jeringuilla en el brazo, me pinchó y caí profundamente dormida...

Entre dos mundos...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora