Astrid.
El entierro había sido llevado a cabo. Nadie asistió en verdad, los únicos que estuvimos presentes fuimos Daniel, Patch y yo.
Siempre me resultó un tanto extraño el hecho de que jamás me haya presentado a su familia o amigos, aunque me justificaba creyendo que esto era para no hacer público lo nuestro. Fue un error de mi parte sacar mis propias conclusiones.
Jackson era alguien totalmente invisible.
¿Y qué acaso Jereth no entabló una relación de amistad ya con Jackson? Sí, lo hizo. Lastimosamente no le fue posible asistir al entierro, ya que aún no le habían dado de alta en el hospital.
La muerte de Jackson fue algo trágico, sin embargo, fue Jereth quien se llevó la peor parte.
Ver a una persona morir a tu lado, debe ser algo extremadamente terrorífico, algo que tan sólo de imaginarlo me pone la piel de gallina... pero el hecho de ya no poder volver a caminar, evidentemente, es lo peor.
En el accidente, sus piernas fueron las más afectadas. Sus huesos no llegaron a sufrir demasiado, sin embargo, sus nervios sí; dicha parte de su cuerpo perdió movilidad, y esto tan sólo cambiaría luego de un par de años de rehabilitación.
¿Este es el costo que tengo que pagar por los errores que he cometido en mi vida?
"Astrid, si tanto deseas alejarte de Jackson, te facilitaré tal trabajo." Att: La vida.
¡No era la forma!
Todo este lío empezó cuando nuestros caminos se juntaron, cuando cruzamos miradas, cuando me enamoré de Eita. Mi vida iba bien, eso creía, hasta que te conocí.
— ¿No saldrás a comer? — preguntó papá del otro lado de la puerta.
— Quiero estar sola, luego iré a visitar a Jereth.
— Debes alimentarte pequeña, no quiero que enfermes.
— Mis defensas son altas, eso no va a pasar.
Escuché pasos alejándose del lugar.
Mi celular vibraba de manera muy seguida; mensaje tras mensaje, llamada tras llamada, y sencillamente yo no respondía. Desde aquel día en el hospital, no le he dirigido la palabra a Eita. Coincidimos varias veces; en el edificio, en el hospital de visita a Jereth, y también en la escuela.
Pero si él no se dignaba en hablarme en todas aquellas ocasiones, ¿por qué debería hacerlo yo?
Cobarde.
Mi celular vibró nuevamente. Cuando lo tomé para apagar la pantalla y silenciar la llamada, noté que esta no provenía de Eita, sino de Jereth.
— ¿Jereth? ¡Hola!
— Hola pequeña, ¿qué tal estás?
Me cuestioné aquella pregunta, ¿qué tal estás Astrid? ¿cómo te encuentras?
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Diamond Guy [Finalizada]
RomanceTodo este lío empezó cuando nuestros caminos se juntaron, cuando cruzamos miradas, cuando me enamoré. Mi vida iba bien, eso creía, hasta que te conocí. Ella. Es increíble como de repente llegaste a cambiar mi mundo por completo, descubrí que existe...