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  El uruguayo trató de levantarse de la cama pero ni bien apoyó los pies en el suelo se tambaleó, alertando al mayor que se apresuró a sostenerlo.

- Uru! Estás bien? - Jamaica no creía haberlo lastimado pero el menor se sostenía con fuerza de él.

- No... No siento las piernas... - no era por completo una sensación de anestesia, pero las tenía adormiladas y temblantes.

  El caribeño, cómo era su costumbre, no  disimulo su risa, cargando al sonrojado  sudamericano en brazos salió de la habitación tentado de seguir riendo.

  Metidos en la gran tina, con el menor sentado en su regazo, Jamaica acariciaba las piernas y trasero de éste limpiando todo rastro de semen.

- Va a haber una fiesta el próximo fin de semana - cortó el silencio finalmente - Te quiero llevar conmigo...

- Claro... - Uruguay recostado en el pecho del mayor, sólo acariciaba la marca de mordida que esté le había dejado.

- Como mí novio... - Jamaica no creía que el sudamericano fuera como su hermano mayor, teniendo sexo porque si, sin ninguna intención de compromiso real, pero necesitaba que esté lo dijera.

- Obvio, cómo más? - el menor estaba tranquilo, quizá era la droga que aún tenía en su sistema, pero le parecía que todo eso que había estado haciendo el caribeño era para ser novios, lo veía como lo más lógico.

  El jamaiquino estaba contento cuando volvieron al cuarto, envueltos en toallas y con el uruguayo mejor, pero por si acaso lo cargó de regreso.

  Sentado en la cama, el sudamericano miraba como el jamaicano recogía la ropa que habían tirado, secándose el cuerpo, con ojos cerrados para sentir mejor en que estado estaba su cuerpo. Ya no sentía el éxtasis y aún no sentía dolor, pero si sentía un cambio, cómo si ya no fuera el mismo que fue a cenar con el jamaicano, una especie de seguridad en sí mismo. De repente sintió unas manos frotar su cabeza, el rastafari le estaba secando el pelo.

- Yo puedo solo... - se cubrió con la toalla que tenía por instinto y llevó sus manos al cuerpo que tenía enfrente para empujarlo,notando que el jamaiquino ya estaba "vestido", en ropa interior.

- Let me take care about you (déjame cuidarte) - terminando de secar al menor, acercó su mano y le acarició la cara haciendo que cierre sus ojos al tacto, /so cute... My little young man... ! (tan lindo... jovencito... !)/ se le ocurrió una idea y le acercó su camiseta negra que había llevado - pontela...

  La camiseta ajena no le quedaba tan grande, aunque solo le cubría hasta el trasero, quería estirarla para que cubrirse más pero no había resultados, pensó en buscar uno de sus grandes jeans cuando sintió unos brazos abrazarlo por la cintura.

- Perfect - el jamaiquino anhelaba teñir al uruguayo con sus colores y viceversa, tener ese lazo, eso sería perfecto.

  El menor sólo aceptó que ese estilo mostrando más no le iría mal, después de todo no era un niño. Terminaron de arreglar la cama y se acostaron, con el menor acurrucado en el pecho del rastafari, pero este último, cuando vió a su novio se durmió, sigilosamente, salió de la habitación.

  Siempre tenía hambre después de cojer, sin vergüenza fue al refrigerador en la cocina y sacó el famoso dulce de leche para untarlo en pan que había en la mesa.

  Estaba comiendo tranquilamente en la barra, cuando escucho un ruido atrás de la puerta de entrada.

- URUGUAY! SI ESE OLOR ES LO QUE CREO MÁS TE VALE CORRER HIJO DE TU RE - la voz era lamentablemente reconocible.

Como Adulto - Jamaica x UruguayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora