que desagradables son las lágrimas cuando descienden como dagas que destruyen mis mejillas, que a cada milímetro de piel le arrebatan la ínfima alegría que retienen.
son innumerables las veces que el llanto me apuñala las entrañas y me abrasa por dentro este dolor tan inmenso.
llorar me molesta porque me vulnero, porque me recuerdo a mi misma la debilidad de mi corazón, la poca resistencia de mis emociones. rememoro con recelo que todo lo que está en mí es frágil y titubeante.
la garganta se me aprieta en un hablar repleto de penas, que no puedo soltar por miedo a quien lo recepta. y se me acumulan los pesares en los ojos, se me cristalizan y en un parpadeo todo se vuelve húmedo y borroso.
no son sólo gotas que se abren paso por mi rostro, sino un signo de todo lo que aprisiono adentro y cada vez me consume más. cuando dejo correr un par de ellas, puedo percibir como se desmorona también mi integridad.
no me entiendo, porque me estoy perdiendo y cada día me reconozco un poco menos. no recuerdo qué era amarme, siquiera el significado de respetarme.
estoy cansada de escuchar las mismas palabras de siempre, que repiten incesantemente un mantra infernal. me es de suma dificultad soportarme, a veces me pregunto por qué sigo acá.
detesto la sensación de no tener control y que las lágrimas que tanto odio se escapen sin permiso de mi sistema; que se burlen de mi frustración y se me sequen sobre los pómulos como un fluido con sabor a condena.
quiero olvidarme de como se llora y como se siente. me quiero aislar de los latidos que se apagan tenuemente y me abandonan en la tarea de vivir un día más.
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silencios
Разноеse atoran entre mis labios los más agobiantes silencios y me ruegan de algún modo escapar. es este el medio donde los dejo volar.