|Capítulo 6| Te Amo

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Narra Hipo:

Ya habían pasado 5 años, pasaron rápido como Furia Nocturna en plena carrera, y ya dentro de 1 mes sería mi boda con la princesa de Arendelle. Mi padre esta muy entusiasmado, preparando mi traje y obsequios con el resto de los del Consejo de Jefes. Yo en cambio estoy triste, ya sería tiempo de que me separen de Astrid...

Hablando de ella, fui a verla al lugar secreto donde había encontrado a Chimuelo, nadie salvó ella sabe de ese lugar

-Esto es horrible- dije- mi padre esta muy feliz con que llegue el día de mi boda y unirme con esa Princesa-

-¿Cuanto falta?- preguntó

-Ya solo 1 mes- dije con un suspiro al final

-Así que, dentro de 1 mes ya seré nadie en tu vida-

la miré-No digas eso, sabes que jamás sería capaz de olvidarme de tí- bese su mano- eres muy importante para mi y no te cambiaría por ella, por más que sea mi esposa-

-¿Enserio? Es que lo dices pero, se que será diferente-

-No lo será-

-¿Me prometes que aunque estés casado y con hijos no te olvidarás de mi y tendrás un lugar aquí- dijo poniendo su mano en mi pecho- para mí?

-Siempre- dije besandola

La verdad, no pretendía enamorarme de aquella princesa, ¿Quien dijo que estar casado implicaba amar a esa persona con quien te obligan a estar el resto de tus días?

Mi único amor era Astrid, y me daba igual lo que decía mi padre, ella será la persona que realmente amare de verdad

-Debo irme- dije separandome del beso- mi padre me esta esperando para cenar, cree que eso de platicar sobre la vida de casado me ayudara y bla bla bla- dije haciéndola reír- sabes como es-

-Si, ojalá pudiéramos hacer que cambie de opinión-

-Ojalá si se pudiera- dije y subí a Chimuelo

-¿Te veré mañana en la carrera de Dragones? ¿O tienes algo mejor que hacer con tu libertad?- dijo de forma burlona

-Si, debo aprovechar los momentos que me quedan de "Libertad" contigo- levante vuelo a unos pocos metros del suelo- Te veo mañana temprano-

-Espera- grito y se subió sobre tormenta acercándose a mi

-Espera- grito y se subió sobre tormenta acercándose a mi

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-Te amo, Astrid- dije antes de partir a mi casa.

Al entrar mi padre estaba frente a la chimenea

-Hijo, que bueno llegas- dijo

-¿Llegue muy tarde?-

-No, recién termine de poner la mesa, anda siéntate-

Le hice caso y me sente frente a el. Estuvimos un buen rato en silencio, solo escuchando el sonido de las chispas que hacían las maderas al quemarse en el estufa. Mire mi plato revolviendo un poco la comida, la verdad no tenía mucha hambre

-Asi que, mañana es la gran carrera- dijo haciendo que levantara la vista- ¿Emocionado?-

-Si, igual que en todas las demás-

-A muchas no has venido, Astrid gana todas tus carreras- oír su nombre hizo que me llamara más la atención seguir hablando

-Ella es muy buena jinete de dragónes- comenté- en especial con los Nadders y ese tipo de Dragones, además que hace muy buenas tácticas y entrena a nuevos jinetes más jovene-

-Lo se, hijo. Los nuevos proyectos que ha presentado fueron una maravilla y funcionan a la perfección- dijo- tu deberías hacer ese tipo de cosas en lugar de andar por ahí buscando que te maten y haciendo Dios sabe que cosas-

-Me la paso buscando nuevos dragones e islas-

-¿No fue suficiente ya con la orilla del dragón y todo lo que encontraste desde entonces?-

-Haber encontrado ese lugar fue increíble, aun estoy triste por dejarlo-

-Ah si, era un lugar maravilloso, más que nada por que tu lo liderabas y hacías que funcionará, como todo gran jefe debería hacer- dijo con entusiasmo y me aclare la garganta- hablando de eso, deberías empacar, haremos un viaje-

-¿Enserio? ¿A donde?- pregunte

-Pues, víajaremos a Arendelle unos días antes para que conozcas a tu nueva esposa, Elsa-

-Vaya, hasta que por fin conozco su nombre- dije con sarcasmo _El nombre de la persona que arruinará mi vida y mi relación con Astrid_Pensé

-Lamento no haberlo dicho antes, pero estoy seguro que ambos seran muy felices juntos-

-Si...- _ lo dudo por completo que ella me haga feliz_

-Puedes llevas a alguien contigo, para que no te sientas solo el resto del tiempo allí hasta que sea el día- eso hizo que sonriera- ¿A quien llevarás?-

me quedé pensando, aunque la respuesta ya es obvia- Llevaré a Astrid- pensé en un argumento convencional- ella es mi mejor amiga y un gran apoyo para mi. Siendo sincero, me siento algo nervioso de conocer a quien será mi esposa. Ella es una chica, tal vez me enseñe alguna que otra cosa sobre mujeres, tal vez incluso de hagan amigas-

-Bien, partiremos en dos días, avisale a Astrid que vendrá con nosotros- asenti y el se levantó- lo siento, tengo una junta, debemos alistar las cosas para dentro de un mes-

-Esta bien, yo me iré a dormir-

-Descansa Hijo- dijo ante de salir de la casa.

Luego de cenar un poco subí a mi habitación con muy poco ánimo, ni siquiera tenía sueño. Me sente en la cama con ambos brazos sobre mis rodillas y me puse a pensar, la verdad no entendía como alguien puede vivir con esto. Chimuelo se acercó a mi y trato de animarme, pero ni aunque mi madre estuviera podría sonreír en los días faltantes a mi boda, salvo cuando estoy con Astrid.

Finalmente me acosté, pero además de no haber conciliado el sueño muy rápido, tampoco dormí muy bien que digamos. Me levante exhausto y con menos ganas de hacer cosas, excepto una, hablar con Astrid

Hiccastrid: Amor SecretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora