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Capítulo 8:

Templo de Ofiuco-02:27 a.m...

-Deberías estar durmiendo Calixto-dijo Spica frente la cama del menor.

-Estoy bastante pensativo por lo que ocurrió en el entrenamiento.

-¿Por qué?-curioso la azabache, sentándome en la orilla de la cama del contrario y acariciando su cabello.

-En medio de la pelea con Afrodita, te vi a ti, combatiendo con un joven-la mujer solo sonrió.

-De alguna forma, nuestras memorias están... conectadas, principalmente las mías en tu mente-dejó de acariciar el cabello del chico y una idea surco por su mente-Espérame un tantito, voy a buscar algo.

Calixto solo arqueó la ceja curioso.

Spica salió del Templo de Ofiuco, teletransporta doce hacia el Templo Principal, apareciendo justamente en el despacho del Patriarca, vio un poco a su alrededor, encontrándose con muchos libros, la mayoría viejos o escritos de antiguas guerras.

-Espero que esté aquí-camino hacia unos cajones, abriéndolos y revisándolos de manera suave; ya después de abrir unos cuantos cajones, encontró lo que quería, un libro, específicamente su diario, que se le había encargado a Shion para que se lo diera al niño, cuando creciera lo suficiente, pero este al morir por Saga en su lado de locura, no pudo cumplir su promesa.

-Creo que ya es hora de que sepa de lo que es capaz-así Spica agarró su diario, cerró todos los cajones y se teletransporto a la puerta del Templo Principal, ella caminaría por el sendero de las 12 casas zodiacales.

Cuando llego a Piscis, sintió algo muy diferente, no sentía esa tranquilidad y nobleza, que siempre le caracterizaba, ahora sentía, egoísmo y codicia en aquel Templo.
Bajo para Acuario, reconociendo aquel frío que le caracterizaba, pero sentía algo mas, que para ella, era una sensación muy reconfortante.
Al pasar por Capricornio, sintió bastante nostalgia, aquel Templo que compartía con su amado El Cid, que bueno, le costo bastante encontrarlo en los Elíseos, ahora compartían su amor más allá de la muerte, pero ya no era lo mismo.
Cuando se adentro, sintió tristeza, rencor y arrepentimiento.
Ya apunto de salir, sintió una pequeña presencia detrás suya.

-¿Quién le autorizó pasar por este Templo?-cuestionó serio el caballero de Capricornio.

-Absolutamente nadie, pequeño caballero de élite-respondió suavemente Spica, volteando para ver a los ojos a Shura.

Shura al ver a la mujer, se convierto como un tomatito.

-¿Quién es usted señorita?

-Podría decir que soy un guía que viene del más allá-nuevamente Spica contesto dulcemente.

-Oh-oh...pe-pero de igual forma no puede estar aqu-no pudo terminar la palabra cuando sintió un dulce beso en su frente, ya levantando la vista, ya no se encontraba esa enigmática mujer-que....extraño.

Templo de Ofiuco...

Spica había tenido suerte, que el pequeño peliverde no le haya atacado, sino, tal vez hubiera traído muchos problemas.

-Pensé que ibas a tardar mas, Spica-dijo en tono burlón el azabache.

-Me costo encontrar lo que buscaba para ti, Calixto-respondió sonriendo mostrando sus dientes y cerrando sus ojos.

-¿Y que es?

-Lo veras mañana, ahora a dormir-el otro solo asintió y se dirigió a su habitación-"¿Me pregunto...Porque los Dioses son tan crueles a veces?".

Fin Capítulo 8.

La Reencarnación de Ofiuco:CalixtoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora