¿Entrenamiento o Pelea?

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Capítulo 7:

Calixto esquivo, agachándose, el golpe de Aldebarán de Tauro, para después darle un golpe en el mentón al más alto. Cuando se alejo, por suerte esquivo las rocas que Mu le había lanzado con su telequinesia.

-Ataque giratorio-a pesar de ser una técnica simple, fue bastante efectiva.

Como el ataque dio directamente a los dos menores, fue fácil hacer que el ariano cayera y el taurino retrocediera un poco.

-No pensé que el consejo de mi Maestra Mayura, serviría para tanto.

A los lejos, un trío observaba disimuladamente como Ophiuchus podía pelear sin problemas, los tres tenían la misma edad, aunque cada uno tuviera un pensamiento distinto de la misma persona.

Un peliazul, de nombre Deathmask de Cancer, no se encontraba muy interesado en el chico, el de medio, estaba un hermoso peliceleste, Afrodita de Piscis, qué tal vez sentía un poco de envidia por el de cabellos ébano, ser el mas poderoso del Santuario, después de Athena y el Patriarca, no lo aceptaba del todo, y el último, Shura, aún se encontraba dolido por la muerte de su amigo y mentor, aunque por otra parte, tenía curiosidad por Calixto.

-Quiero comprobar algo-murmuró Afrodita, acercándose tranquilamente donde se encontraba Calixto, poseyendo una pizca de maldad en sus ojos.

Cuando estuvo a una distancia considerable, invocó una Rosa Piraña, de imprevisto se la lanzó a Calixto, sorprendiendo a la mayoría de los presentes.
Calixto en velocidad luz, agarró un piedra y la lanzo en dirección a la rosa de color negro, así destruyendo ambos objetos.

-¿Qué intentas Pisces no Afrodita?-interrogó serio y con tono cortante.

-Quería comprobar algo, Ophiuchus no Calixto-sonrió cínicamente el mayor.

-¿Y lo confirmaste?-sonrió levemente Calixto.

-No del todo-nuevamente Afrodita lanzo sus rosas, esta ves las Rosas Demoniacas.

Calixto espero a que las rosas se acercaran, ya a una distancia(bastante cerca)considerable, usó un poco de cosmos para protegerse, haciendo que todas las bellas rosas se quemaran sin problemas, dejando a un molesto peliceleste.

-Veneno de Bamba-pequeñas esferas líquidas fueron disparados gracias a Calixto, después de lanzar la técnica, espero que hiciera un impacto.

Afrodita intuyendo que el ataque puede ser peligroso, las esquivo, saltando en el proceso. Calixto aprovechando el momento donde estaba el polvo, rápidamente se escondió entre la "discordia".
Afrodita cuando toco el suelo, retrocedió un poco, estando muy atento por otro ataque.
Abrió los ojos desmesuradamente cuando tuvo a Calixto estuvo frente suyo, no se había dado cuenta, cuando recibió un golpe, bastante fuerte en su pecho, como consecuencia, cayendo varias metros hacia atrás.
Calixto no podía cantar victoria aún, tal vez, comúnmente los caballeros de Piscis no eran lo mas fuertes físicamente, pero su precisión en otros tipos de ataques era insuperable.
Después de volver a la realidad, vio varias rosas demoniacas ir a su dirección.

-Escamas-una aura rodio a Calixto en todo su cuerpo y usando sus brazos, cubrió su cara porcina caso.
De todas las rosas, solo 3 rasgaron la ropa. Se sorprendió cuando recibió una patada en el estómago, haciendo doblegarse, después recibió otro golpe, ahora, en su cabeza.
Cayo de cara, la verdad si le había dolido.
Sintió en todo su cuerpo, un gran escalofrío, levantando un poco su cabeza y se traslado a velocidad luz,, a unos metros del mayor.

-¡¿Cómo?!-gritó sorprendido el caballero de Piscis.

-Solo me moví a velocidad luz, se supone que todos deberían saber eso, Afrodita de Piscis-contestó el azabache, limpiando su labio inferior.

-Hmm...-una pequeña molestia se reflejó en el rostro del peliceleste.

El mayor se acerco de forma rápida, para dar golpes a diestra y siniestra al contrario.
Calixto, solo se defendía, hasta que un recuerdo paso por su mente.

Recuerdo...
Spica se encontraba con un niño de unos 14 o 15 años, castaños cabellos y lindos ojos celestes, pero viendo más allá de ellos, eran de un hermoso verde esperanza.

-Vamos Regulus ¡Más rápido!-le animo la ojos bicolor al joven, el cachorro de León aumentó la velocidad, haciendo que la mayor retrocediera, a pesar de ser mas alta que el adolescente, la mujer tenía una contestara mucho más delgada que el contrario, que de alguna forma no le favorecía mucho.

Hasta que se le ocurrió una idea, diviso un pilar, no muy grueso, lo suficiente para dar un contraataque.
Cuando la bicolor estuvo a suficiente distancia, dio una pirueta hacia atrás; para después tomar impulso y con sus manos girar alrededor del pilar, cuando se soltó de la estructura, junto sus pies y dio una certera patada en el estómago del muchacho.

-¡Ay-ayayaya! Me dolió tía Spica-se quejo el cachorro de León haciendo un puchero.

-¡Por Athena! Regulus, tu eres el que se confía  demasiado-le reprendió la azabache.

-¡P-p-pero!

-¡Nada!...eres demasiado confiado y orgulloso.

El otro solo asintió rendido y riendo levemente.

Fin del Recuerdo...

El azabache menor, buscó rápidamente algún objeto, que tuviera una figura cilíndrica, los pilares eran demasiados gruesos, hasta que encontró un árbol, dejándose hacer, retorciendo poco a poco, aún bloqueando los rápidos golpes de su oponente, hasta que estuvo a la distancia suficiente, realizo la pirueta de rueda, ya con el impulso, giro en el árbol y de la misma forma que la anterior Ofiuco, junto sus pies y piernas. Golpeando fuertemente entre el estómago y el pecho, el guardián de los peces gemelos, escupió un poco de saliva y sangre, abriendo los ojos para después cerrarlos por el dolor.

-Creo que a fue suficiente por hoy-intervino Camus de Acuario, que igual que Mu, contaba con 8 años, pero el de cabellos aguamarina, era bastante frío de personalidad y tono.

-Como quieras-dijo Calixto, encendiendo cálidamente su cosmos, atrayendo varias miradas curiosas.

Después de unos segundos, el cosmos del guardián de Ofiuco cubrió el cuerpo de Piscis, dejando extrañado al recién nombrado, pronto el mayor dejo de sentir molestias físicas y sus heridas estaban sanando.

-Me retiro...Spica vámonos-el de cabellos ébano se dirigió hacia los templo zodiacales, seguido de aquella extraña pitón de ojos bicolores.

-Ese canalla lo va a pagar-susurró para sus adentros el hermoso caballeros de Piscis.

-Pensé que seguirían pelando-comentó Mu, con un tono neutro.

Aldebarán solo asintió seguro.

-Si Camus no hubiera intervenido, Afrodita estaría en estados más graves de los que estaba antes-Habló un joven de cabellos castaños casi rubios, Aioria de Leo, hermano menor de Aioros de Sagitario-pero estoy bastante seguro que Calixto suprimió su cosmos.

-Debe de ser así, Calixto tienes bastantes habilidades ocultas que no conocemos en lo absoluto, tampoco hay muchos escritos sobre técnicas de anteriores guardianes de Ofiuco, y que yo sepa... los únicos escritos, están en la biblioteca del Templo Principal-agregó Mu a la conversación.

Tauro y Leo solo asintieron, confirmando las palabras del Aries.

Fin Capítulo 7.

La Reencarnación de Ofiuco:CalixtoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora