Dorian no se estaba siendo muy bien últimamente.
La razón principal de esto era su familia, sentía añoranza por el hogar familiar.
Le faltaba la tranquilidad y el apoyo que siempre había sentido de sus seres queridos, los extrañaba, en esos momentos más que nunca.
Estaba harto de llevar la vida que llevaba, escondiéndose como una rata sin identidad.
Se sentía algo mal.
Cuando había llegado a la base había tenido que iniciar de cero, tuvo que esforzarse y mostrar su experiencia y capacidad para ser tomado en cuenta como agente y aunque existieron superiores que quisieron menospreciarlo esas fueron barreras que logró superar.
Aun así no podía sacarse de la cabeza el hecho de sentir que no estaba bien, desde el principio sintió que la base no era un lugar que le ofreciera calidez, no había logrado estar a gusto y quien sabe si lo estaría alguna vez.
No lograba amañarse, ni cuando ella lo acompañaba. Y ahí iba otra razón por la cual no se sentía bien.
Meses después de llegar a la base se había hecho novio de una chica muy bella, parecía ser muy sensata, responsable y cordial al principio, con los días, esa cordialidad fue subiendo de grado hasta ser una relación romántica.
Y estuvo bien.
El sexo era muy bueno, ella siempre estaba dispuesta. Además fue un gran apoyo, en cuanto a lo de no golpear a ningún superior soberbio, ella lo calmaba y le pedía ser paciente, y fue gracias a ella que no lo expulsaron por agresión.
Estuvieron bien muchos meses, el problema se presentó cuando un día ella se despertó y de un momento a otro supo que Dorian no era lo que buscaba para su vida. A veces sucedía.
Ella había sido la única compañía que sintió real en mucho tiempo y terminar su relación con ella le había dolido.
Ya había pasado tiempo desde que lo habían dejado pero a veces Dorian se preguntaba el porqué ella lo había dejado, no le dijeron a ciencia cierta porqué, y tampoco pudo averiguarlo, ella se fue de la base y él se enfocó en su trabajo y en el cuidado de su piel de lleno para no pensar en eso.
Se preguntaba si ella lo había dejado por calvo y manchoso.
Sabía que no, no estaba seguro pero a ella nunca pareció molestarle su apariencia...
Aun sabiendo esto se enfocó en su piel, realizó una hora de tratamiento diario y con el tiempo su piel se había recuperado al cien por ciento, ahora tenía la piel como un mármol, lisa y blanca. Era por los exfoliantes, aclarantes y humectantes que usaba diario, una rutina del cuidado de la piel con productos caros que lo tenían inmaculado como un ángel virginal.
No sólo tenía el trabajo que quería si no que un mejor aspecto.
Pero en la actualidad aunque estaba feliz por lo que había logrado físicamente aún habían cosas que tenía que solucionar para volver totalmente a la normalidad.
Quería vellos, cabello y cejas. Estaba dispuesto a hacer el baile de los vellos púbicos con tal de tenerlos.
Quería una barba y hacerse un peinado, y demostrar cuales eran sus emociones con sus cejas, era extraño no tener.
Ya que estaba satisfecho con su piel era hora de enfocarse en su cabello, pero aunque había intentado todo nada quería funcionar.
Además, había ido al médico porque habían cosas que necesitaba entender, como porque su piel jamás volvió a broncearse, es decir, cuando él salía al sol su piel no se ponía más oscura, se ponía rosa, descaspaba por la quemadura y luego volvía a ser blanca marfileña...
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(BL) CARAMELO DE LIMÓN.
RomanceAlfa x humano. :d Mikhail Rosen odia a los humanos, no hay nada que considere más inferior que ellos, pero ¿Qué sucederá cuando el destino le ponga de frente a un humano con el que tendrá que convivir?. Dorian por recomendación del líder de su grup...