Camino de música [Jotaro x Kakyoin]

Caro Nome

Sinopsis: Noriaki se enamora a segunda vista de Jotaro.                                                                            

Tags: amor unilateral, amor platónico, primer amor, angst.

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Noriaki Kakyoin era de esas personas que no creían en el amor a primera vista, había crecido como una flor solitaria, alejada de todos, a sus 17 años no tenía ningún amigo. Pero no sufría por eso, en realidad, ya estaba acostumbrado al hecho de no poder socializar adecuadamente, razón a la que sumaba su no creencia en el amor. ¿Cómo se iba a enamorar tan rápido de alguien si apenas tenía amigos? ¡En realidad no tenía ninguno! Era ridículo.

Así que cuando a su escuela transfirieron a un tipo que lucía bastante mayor para estar en el colegio y que tenía la pinta de delincuente, sus sospechas sobre que el amor a primera vista era inexistente se confirmaron. Jotaro Kujo era su nombre. Noriaki estaba mirando a la ventana, inventando historias en su cabeza para matar el rato cuando el recién llegado se acercó, espera, ¿se estaba acercando a él? ¿Qué clase de broma era esa?

-Me dijeron que tu me puedes mostrar la escuela.

Se sintió tan intimidado que aceptó, no tenía interés alguno en realidad, porque no le daba buena espina, pero después de que dieran un paseo rápido, no le pareció mala persona.

-Bueno, si necesitas algo, puedes contar conmigo. -ofreció al final del día.

Al día siguiente se toparon mientras caminaban al colegio, al inicio fue incomodo porque Noriaki parecía no querer mantener una conversación y porque Jotaro se volvió popular entre las mujeres con facilidad. No tenía celos, ni siquiera le importaba, lo que le molestaba es que no había sido capaz de decir algo, <<Desperdicié la oportunidad para hacer un amigo>>, se reprendió mentalmente y avanzó, al final, siempre se quedaba solo.

Para su sorpresa, se topó nuevamente con Jotaro a la hora del almuerzo. No le saludó ni nada, de repente lo tenía a lado. Sintió un ligero disgusto al inicio, pero después, lo aceptó. Pasado el tiempo, Noriaki estaba acostumbrado a su presencia, ya sea que compartieran juntos alguna clase, almorzar juntos o simplemente caminar de regreso a casa, Jotaro Kujo era parte de la vida, era probablemente lo más cercano que tenía a un amigo.

Una noche, en la que leía una novela de tinte romántico, el joven de roja cabellera se preguntó, <<¿será que algún día logre enamorarme?>>. Su funesto deseo tuvo respuesta al otro día, cuando un extraño palpitar en su corazón se hizo presente al ver a su único amigo tocar su puerta para ir a la escuela juntos.

Desde entonces, cada noche, Noriaki miraba las estrellas por el balcón, pronunciando en voz baja el nombre de su amado, el nombre de aquel que, por primera vez, despertó una dulce agonía en su corazón y deseos irrefrenables de vivir la juventud; el que con mirarle le arrancaba suspiros desde el alma, y al que le dedicaba incontables poemas que jamás le leería. Tenía su nombre grabado en su joven corazón enamorado, Jotaro Kujo, se llamaba, pero Jotaro Kujo no le amaba.

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Notas: mandé a borrador la mini-historia que inicié aquí porque perdí el borrador, pero me salió esta. Sorry por el final ): Gracias por leer (: