Cap. 10 Encuentro Final

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--- Así que, vos también tenés grietas, pero, ¿Porqué no estás en el hospital?---. Preguntó el argentino viendo al venezolano, que estaba buscando algo en una especie de conservadora.

--- Si estaba en el hospital, pero... ¡Coño, ningún mamagüevo podía curarme! ¡Querían más dinero marico!---. Bufó con enojo dandose la vuelta hacia el argentino---. Toma pana, necesitas comer---. Sonrió Venezuela al acercarle un plato de comida.

El argentino aceptó sin duda alguna, se llevó un trozo de aquella comida a la boca, algo que no había probado nunca, sus papilas gustativas se activaron al percibir ese delicioso sabor.

--- ¡Santa Virgen del Valle, esto es manjar de los dioses! ¿Cómo decís que se llaman Vene?---.

--- Cachapa venezolana chamo, me alegra que te haya gustado, aunque ya me lo habían dicho antes, mis hermanos y demás países que me encontre---. Dijo con melancolia y nostálgia.

--- ¿Y quienes te encontraste?---. Preguntó con una sonrisa.

--- Alguien que te conoce desde hace mucho, y otros países en crisis, como Haití---. Respondió el venezolano quitandose la capucha y la sudadera negra.

El argentino no decía nada, el venezolano se alejaba de él, mientras se desvestia su parte superior, su torso estaba bien trabajado, con vendajes, cicatrices y grietas, la espalda del venezolano estaba realmente marcada, el argentino veía las grietas del de ocho estrellas.
No se iba a guardar las dudas, se levantó su sudadera y vió grietas como las del tricolor, paso su pulgar sobre una de esas grietas, sacando sangre, ya no le causaba tanta impresión, solo malos recuerdos, ahora le parecía gracioso como se desmayaba, como Harry Potter, apenas veía a un Dementor se desmayaba.

--- Así que, también sangras---. Concluyó Venezuela acercandose al albiceleste.

--- Si, supongo que vos igual, por lo que usas vendajes, ¿No tendrás alguno por casualidad?---.

--- Siempre tengo, esperame aquí---. Dijo alejandose nuevamente hacía una parte iluminada por otro faro con una vela dentro.
Volvió hacía donde estaba el argentino con un botiquin en sus manos---. Quitate la sudadera Arge, ¡Y no lo malpienses marico!---. Levantó la voz, haciendo que el albiceleste riera mientras se quitaba la sudadera, dejando ver todas las grietas alrededor de su torso, al parecer eran nuevas, la mayoria---. Puede que esto te duela pana---. Comentó el venezolano humectando un algodón con alcohol.
Acercó el algodón cuidadosamente hacia una de las grietas que sangraba, algo que ardía cada vez que el venezolano pasaba el algodón por las profundas grietas, al argentino le parecía mejor el "Doctor Venezuela" que el hospital con Austria.

--- Date la vuelta Argentina, o recuestate en el colchón---. Dijo una vez que terminó de desinfectar y limpiar las grietas de la espalda del argentino.

--- Bueno nene, si querés también recostate conmigo---. Dijo jugando con el tricolor.

--- ¡Marico no!---. El venezolano se sonrojo con las palabras desubicadas de Argentina, para despues proporcionarle un golpe en una de las grietas, haciendo que el portador del Sol pegue un pequeño grito, le recordaba a su hermano cuando lo molestaba por jugar al minecraft.

--- Bueno, ya me dí la vuelta, ¿Qué sigue doc?---. Dijo con una sonrisa.

--- Esto te pasa por molestarme mamagüevo---. Bufó para luego colocar el algodón inesperadamente en una grieta profunda, logrando que el argentino se retorciera del ardor que le proporcionaba el alcohol---. Tus "encantos" no funcionan conmigo chamo---. Dijo victorioso.

--- ¡Mierda!, no todos los países con estrellitas son buenos---. Manifestó el argentino, sentandose sobre sus piernas para que el contrario lo pudiera desinfectar---. ¿Y desde cuándo vivís acá Vene?---. Preguntó.

Detras de la Mascara (MexArg yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora