"Los placeres violentos
terminan en la violencia, y tienen en su triunfo su propia muerte, del mismo modo que se consumen el fuego y la pólvora en un beso voraz..."
Romeo y Julieta, acto II, escena VI.Ella se encontraba sentada en la cama mirando un punto fijo, la televisión de fondo resonaba, había transcurrido ya un año desde el atraco, aquella pesadilla para la policía de España se volvió un símbolo de lucha para la sociedad mundial.
Raquel, sumergida en una gran mezcla de pena y cansancio emocional, seguía recordando cómo se dieron todos los acontecimientos que llevaron a dejarla fuera de la policía, destruyendo su carrera, sintiéndose cada día un poco más pequeña y con la cabeza y el corazón completamente apagados. Todavía luego de tanto tiempo prefería pensar y quedarse con la amarga sensación de que, para Sergio, ella había sido parte de un plan perfecto, que se había acercado solo para tener todos los frentes cubiertos, aunque había noches que no pensara lo mismo, odiaba considerar, a estas alturas, que todo había sido real,ya que la devastó por completo, es así que prefería poner una coraza a su corazón y olvidar todo aquello. Raquel se encontraba haciendo un gran esfuerzo y un trabajo bastante delicado y con buenos resultados, podría decirse que cada día que pasaba luchaba contra ella misma y muchas veces podía controlarse, muchas otras no, la pena la abatía y era difícil parar los pensamientos sobre todo por las noches.
Hace poco más de dos meses Raquel estaba saliendo con un ex compañero de policía que no veía desde la academia y al que encontró de casualidad caminando por una feria de Madrid, al verse, ninguno de los dos podía creer lo cambiados y grandes que estaban, hablaron de todo y más en los varios minutos que caminaron juntos y es ahí cuando Santiago la invita, amablemente, para quedar alguno de estos días por un café. Raquel aceptó encantada, ella y Santiago habían compartido una amistad muy real en el pasado y estaba emocionada por reencontrarse con él, además de admitir que físicamente Santiago tiene lo suyo y Raquel es una mujer muy perceptiva y no lo dejó pasar.
Así fueron pasando los días y los mensajes y las salidas se hicieron cada vez más frecuentes, cada vez más largas y más divertidas, ya se habían puesto al día sobre todo lo que pasó estos años, Santiago le contó a Raquel que hace poco volvió a Madrid luego de estar muchos años trabajando en Barcelona formando parte de la policía y haciendo un gran trabajo, habló también de que tenía un pequeño niño de cuatro años llamado Thomas y que estaba divorciado hace casi ya tres años y que su madre los había abandonado.
Raquel se había enternecido por las historias que Santiago le contaba junto al pequeño Thomas, como iba creciendo, como cada día cometía alguna locura nueva y como se vio reflejada en él, ambos criaban solos a sus hijos, Raquel habló sobre Paula y lo grande que estaba, sobre como ahora pasaba sus días trabajando en la empresa de unos amigos luego de ser relevada de la fuerza , se sentía cómoda con él porque jamás le mencionó el asunto del atraco, no le preguntó detalles que la incomodaran y la hacía sentir valorada en todo momento, se sentía,además, atraía físicamente por él, por su sonrisa y su sencillez, ella necesitaba volver a estar más alegre y gracias a Santiago sus últimas semanas fueron las mejores en mucho tiempo, sin pensar en el atraco, ni en Sergio. Pero todo esto se difumino el día que todo dentro suyo se revolvió, al prender la televisión de su cuarto y ver que hoy, un año después del atraco, su nombre seguía en todos los portales, en cómo seguían preguntado qué fue lo que pasó y como ponían en duda su integridad como profesional, subestimando su persona por ser muy "débil".
Quiso arrancar la televisión, quiso callar su cabeza, quiso evitar llorar y dejar de sentir, pero nada de eso fue posible, estiró su mano hacia una vieja caja llena de recuerdos, ahí guardaba las postales que le había dado "Salva" luego de proponerle escapar juntos, las volvió a ver luego de tanto tiempo y sintió una punzada de dolor en su pecho recordando las palabras que él había dicho esa primera vez "Raquel, antes o después todo esto acabará y tu y yo nos veremos en la playa, pero tienes que escoger un sitio" y ahí estaban las imagen de Palawan, esas bellas islas de Filipinas a más de 11.800 metros de España de las cuales solo quedan una mezcla de amargos y bellos recuerdos, "Vámonos" , "Raquel yo no quiero que se me pase esto, no quiero ignorar estas, estas ganas que tengo de sentirme vivo porque nunca he tenido tantas" y las palabras resonaban en su cabeza una y otra vez.
Posicionó las postales sobre la cama y descubrió que detrás de ellas había unas pequeñas marcas con número, las unió y sintió como si se desmoronara todo a su alrededor, ahí estaba con pólvora en las manos, un mapa, una ubicación, coordenadas escritas a fuego, luego de tanto tiempo no sabía si debía importarle, pero le importaba mucho más de lo que le gustaría admitir. Miles de pensamientos llegaron a su mente, pensó en cómo Sergio realmente tenía todo calculado, en si realmente se encontraba allí, si debía entregar las cartas que al fin y al cabo podrían ser evidencia policial, si ella tendría el valor para buscarlo luego de tanto tiempo, pensó en Santiago y en la posición horrible que lo estaba dejando al tener esos sentimientos encontrados hacia sergio.Más de treinta minutos estuvo con las postales en las manos pensando qué hacer, un rapto de irracionalidad y frenesí cruzó por su cabeza, sintió que debía ir, al menos para verlo a los ojos una vez más, para saber, si realmente luego de todo aquella lo seguía amando o solo era un imposible, una obsesión mal curada que no se iba con el tiempo, y sin pensarlo dos veces compró boletos para el dia siguiente para cerrar este ciclo que no la dejaba vivir en paz y poder continuar su vida como tanto deseaba.
Sin dar demasiadas explicaciones armó una precaria valija de mano, con solo lo necesario para algunos días, tiempo más que suficiente para encontrar a Sergio si es que estaba en donde decían aquellas coordenadas y terminar para siempre con su recuerdo .
Le avisó a su madre que se iría unos días para poder despejar su cabeza y que Paula se quedaría en casa de una amiga hasta entonces, su madre sin dar demasiados rodeos le dijo que le parecía una idea estupenda y la animó hasta su partida.
Llamó a Santiago para avisarle que iba a estar fuera de la ciudad por algunos días, que no se preocupara y que era algo urgente que resolver, no dio más detalles y él tampoco se los pidió, solo le dijo que se cuidara y que se mantendrían en contacto. Santiago, se ve a sí mismo muy enamorado de Raquel y es por ello que no quiere presionarla, confundirla y mucho menos perderla, el tiempo vivido juntos es muy sano y reconfortante para ambos, pero él sabe que lo mejor es llevar las cosas con calma, más sabiendo como es Raquel de valiosa e importante y lo mucho que sufrió a lo largo de su vida y está completamente seguro que no quiere perderla.Raquel no podía controlar sus nervios, es realmente indescriptible todo aquella que sentía a la misma vez, decidió dejar de pensar por un rato y que sea lo que deba ser. Toda su idea era ir hacia donde marcaban las coordenadas, ver si Sergio estaba en esos límites y dejarle muy en claro que ella no está dispuesta a seguir toda su vida perdiendo el tiempo atrás de un fantasma inexistente de su pasada que solo vaga en sus recuerdos y hace que sus momentos se apaguen.
Estaba cansada y solo debía mirarlo a los ojos, decirle todas esas cosas que alguna vez le dijo a su almohada y poder quitar ese peso en encima que era todo lo que necesitaba para seguir y ser feliz al lado de Santiago o de cualquier otra persona, pero para ello necesitaba verlo primero . Ella estaba casi segura que este sería el momento que esperaba, que iba a verlo e iba a poder continuar con su vida, se veía como una chica rota con el corazón lleno de pólvora, resiliencia en las venas y fuego en el alma.Ella quería terminar con todo, pero no sabía que iba a comenzar una guerra...
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Renacer de las cenizas (SERQUEL)
ФанфикRaquel cree que su vida está nuevamente calma, pero algo hace que todo explote...