8.Recuerdos

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Komaeda se despertó en lo que probablemente podría describir como el estado más confuso en el que había estado. Sus pensamientos eran un desastre, especialmente su memoria; no estaba seguro de que era lo último que podía recordar. Para añadir a su confusión, Monokuma estaba justo a su lado.

"Qué hermosa mañana, ¿no crees?" Dijo el oso con su habitual voz de burla.

"¿Qué pasó?"

"Parece que estabas muy enfermo, sufrías la Desesperatitis. Mientras estabas aquí, ¡Alguien murió en el Titty Typhoon! Así que ahora eres libre de ir a investigar o hacer lo que quieras, supongo. Oh, y si apenas recuerdas algo de lo que pasó en los últimos días, ¡Es normal! ¡Nos vemos!"

Por alguna razón, se sentía ansioso y todavía estaba bastante mareado, así que trató de calmarse y reunir los trozos de su memoria. Respiró hondo e ignoró el ritmo al que latía su corazón y cómo temblaba todo su cuerpo.

Desesperación.

Esa fue la primera palabra que pudo recordar, y le llevó a otra serie de pensamientos. Tsumiki. Recordó haber visto a su torpe pero inocente compañera de clase, la Enfermera Definitiva, transformándose lentamente en una encarnación de la Desesperación ante sus propios ojos. ¿Por qué no hizo nada? ¿Por qué estaba tan impotente?

Enfermedad.

Eso es correcto. Recordó que estaba enfermo. Por supuesto, con su suerte, no fue como si nunca hubiera tenido problemas médicos, sino todo lo contrario. Pero esto... Esto era otra cosa. La constante sensación de estar tirado hacia la desesperación, teniendo que presenciar una sucumbencia definitiva a este destino, nunca se había sentido más vulnerable e inútil. Las respiraciones que hacía eran temblorosas y sonaban como si estuviera sollozando. ¿Cómo se las arregló para sobrevivir? Había algo más que había estado sintiendo mientras estaba enfermo.

Dolor.

Había tenido un dolor de cabeza, y había sentido un dolor que atravesaba cada parte de su cuerpo. Había estado sintiendo calor, frío y apenas podía respirar. Recordó que estaba a punto de morir, y luego regresó arrastrándose a la vida. Otra vez en su patética vida, parecía que el destino tenía otros planes para él, ya que sobrevivió de nuevo. ¿Qué fue lo que le hizo querer tanto sobrevivir? Había algo más sobre este dolor. Sentía como si hubiera olvidado algo... ¿Qué olvidé...? No. ¿A quién olvidé?

Hinata.

El pozo interminable de Desesperación. La visión de un futuro sin esperanza. Sin saber si confiar en su propia mente. No ser capaz de pensar racionalmente, de diferenciar el bien del mal. Pensamientos horribles invadiendo su cabeza y nunca salían. Entre todas estas tinieblas, recordó un rayo de luz. Una pequeña voz llamándole. Si todo lo demás parecía borroso, los pocos recuerdos que tenía de Hinata le eran claros. Y entre las pocas cosas que podía recordar sobre el descenso de Tsumiki a la desesperación, vino a su mente la imagen de Hinata sentado a su lado, hablándole, sonriéndole e incluso sonrojándose. Parecía un ángel. Probablemente fue lo que lo mantuvo vivo, la esperanza que lo mantuvo aferrado a la vida.

Todavía hay tantas cosas que no entiendo de ti, así que espero que estés dispuesto a hablar conmigo cuando estés curado. ¿Pero por qué querría eso? ¿Por qué, entre todas las cosas que podía recordar de cuando estaba enfermo, los que estaban con Hinata parecían ser los más reales? No podía recordar todo lo que Hinata le había dicho, pero las piezas que recordaba eran tan claras como el día. Sin embargo, no podía creer que hubiera ocurrido. ¿Su mente estaba jugando con él otra vez para destruirlo mejor después?

Agitó la cabeza como si fuera a hacer desaparecer sus pensamientos, y se recordó a sí mismo que había ocurrido un asesinato. Le enfurecía que el asesino fuese probablemente Tsumiki, que había caído en la desesperación sin que él pudiese hacer nada al respecto, pero aún así tendría que investigar para asegurarse de ello. Salió de la habitación, y mientras caminaba hacia el Titty Typhoon, los recuerdos de lo que Hinata había dicho seguían apareciendo.

Intertwined Feelings ; Komahina.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora