Capítulo 24

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Brian littrell Narrando

Me dio mucha gracia que Maddy me trancó la llamada después de como me dijo, lo que no me esperaba es que me esquivara durante 5 días, ha sido el tiempo más largo sin hablar desde que nos encontramos de nuevo, aún cuando sí vio a Tommy, a mi me esquivó

Me dio tiempo a pensar lo que realmente quería y si estaba logrando algo con no decirle que había dejado a Chloe, la verdad es que ya no tiene sentido, y mentirle se me da fatal, la amo, realmente amo a esa mujer, con sus defectos y virtudes, lo mejor de todo es que me conoce tal y como soy, mejor que nadie e increíblemente me ama, así que estaba esperando con ansias el camping, ahí por más que quisiera no podría evitarme, y otra vez me equivoqué, me ignoró durante todo el día.

Fue cuando me di cuenta de que tenía miedo, tenía miedo a que yo la rechazara, me estaba dando espacio, respetando mi relación imaginaria, así que algo tengo que hacer.

—hijo, esperamos a que se duerma tu mami y la corremos al medio ¿vale?

— papi.. ¿Por qué no le dices que la quieres?

— esta noche buddy— sonrió de oreja a oreja y me prometió que no diría nada, para ser un niño pequeño, cumple bastante bien sus promesas, otra virtud que me encanta de mi hijo.

Maddy se durmió a los 10 minutos como esperaba, y entre los dos la movimos a mi lado, sigue teniendo el sueño pesado, solo quería tenerla a mi lado, olí con cuidadito su cuello después de que se durmió Tommy y luego me obligue a cerrar los ojos, me prometí que no haría nada, solo quería tenerla a mi lado, aun así, mi subconsciente me traicionó e hice de más, la abracé a mi, y dormí como un bebé a su lado

Nuestra conversación tuvo buen desenlace y ahora no me creo que ya hemos vuelto a ser una pareja, y ha salido mejor de lo que me imaginaba, y como siempre me sorprende, el beso que me dio en la fogata jamás lo olvidaré, la vida finalmente nos está sonriendo de nuevo y haré lo que sea para hacerla feliz

Sabía que Tommy se pondría feliz de que volviéramos pero no me imaginé tanto, hasta nos ha dejado un rato solos después de comer, fue a jugar con Oreo a 5 pasos de nosotros, tampoco queríamos dejar de vigilarlo, nos sentamos alrededor del fuego y empezamos a susurrarnos cosas al oído, sumergidos en nuestra burbuja, agarrados de las manos.

— ¿alguna vez te dije lo que pensé al ver tus hermosos ojitos? — ella se mordió el labio inferior y me miró por el rabillo del ojo, coqueteando descaradamente

— mmm, refréscame la memoria señor...— acaricie su mejilla y miré sus ojos detallando los de nuevo

— que no había niña que tuviera los ojos más bonitos, dulces e inocentes sobre esta tierra— se ruborizó como quería que se pusiera

— ¿eso pensaste con 10 años? cielos.. y después me preguntan por qué nunca te olvidé

Agarré su mano y se la besé varias veces, quería besarla por un buen rato pero nuestras miradas lo decimos todo -. ¿sabes que pensé yo al conocerte? — añadió

— ¿Qué era otro mocoso que no te dejaría en paz? -.me empujó un poquito, pero yo para hacerme el dramático me caí al suelo

— noo bobito, eso no...¿me vas a escuchar? ven— Me ofreció su mano de nuevo sin sobresaltarse, si que me conoce bien

— soy todo tuyo — me senté de nuevo en el tronco, a su lado bien cerquita

— jum ya me diste corte, ahora no te lo voy a decir— se hace la interesante, y no sabe que toda mi atención es suya, me hice el tonto y despejé su cuello para besarlo un poco, al principio me dejó pero luego se alejó

Bajo la misma lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora